El hombre dijo que es el único sostén de su familia y pidió que lo dejaran salir para ir a trabajar.
«Por favor, se lo pido por mi familia, voy a hacer las cosas bien», suplicó ante los jueces un preso para que lo dejaran salir para trabajar. Julio Gamboa (32) es un soldador que fue detenido en la terminal de Neuquén con un arma de fuego. La Justicia lo condenó a un año de prisión efectivo, pero el hombre, consternado dijo que es el único sostén de su familia y que necesitaba salir durante el día para poder trabajar. Gamboa tiene dos hijos de 9 y 3 años y está esperando al tercero. Él y su esposa viven en una casa que les provee su empleador. De ausentarse de sus labores también deberían dejar su hogar. Ese fue el argumento que su abogada, Marisa Pascual, le presentó a los jueces del Tribunal de Impugnación provincial durante la audiencia donde se le concedieron las salidas laborales. Tras escuchar los argumentos de Gamboa y verlo llorar, el Tribunal de Impugnación le concedió la posibilidad de salir del centro penitenciario donde está detenido todos los días a las 6 y retornar a las 21. Si bien al hombre lo detuvieron con un arma en su poder, la esposa aseguró que la había comprado para dejársela a ella y así defenderse de los constantes robos que padecen.
Fuente: Diario El Sol