Si no lo mataba, me mataba

La Justicia de Garantías de Bahía Blanca sobreseyó a un policía investigado por causarle la muerte a un hombre que denunciado por robo. El hecho se dio durante una persecución en la que la víctima le habría disparado y apuntado directamente a corta distancia. “Ha actuado justificadamente en cumplimiento de un deber y en defensa propia», ponderó el fallo.

En la causa «B. B. P. N. s/ homicidio», la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Bahía Blanca resolvió hacer lugar al recurso de apelación y  revocar la resolución de grado, disponiendo el sobreseimiento del oficial P.N.L.B.B por el delito de homicidio, conforme lo dispone el artículo 323 inc. 5to. del C.P.P.

En los hechos, P.N.L.B.B y otro oficial observaron una motocicleta en la que circulaban dos hombres, uno de ellos -la víctima de autos-, iba como acompañante detrás del conductor, y sus características eran compatibles con la descripción pasada por radio en relación a los dos partícipes de un robo ocurrido poco menos de una hora antes; por lo que decidieron perseguirlos.

Durante la persecución, observaron que el sujeto que iba a atrás en la moto extrajo de la mochila un arma, se dio vuelta y disparó contra los policías, con intención de herirlos mortalmente, habiendo podido percibir, incluso, el acusado «el zumbido de los proyectiles pasar cerca de su casco».

Ante esa agresión, B.B respondió disparando con su arma reglamentaria, el sospechoso volvió a dispararle y él a responder. Esa persecución se extendió hasta un camino de tierra descampado en el cual los dos sujetos que huían de la policía se cayeron de la moto. Al advertir la caída, el imputado se acercó en su motocicleta, dándoles la voz de alto, siendo que -en ese momento y desde el piso- la víctima se intentó reincorporar con el arma en la mano apuntándole directamente a B.B, quien se defendió y tras algunos disparos causó la muerte del perseguido.

La defensa de B.B alegó que el acusado “ha actuado justificadamente en cumplimiento de un deber y en defensa propia, desplegando una acción necesaria y racional, contra una agresión ilegítima, inminente y no provocada”.

Esta última causal de justificación abarcaría, a su entender, el último tramo de los sucesos, una vez que la moto perseguida y sus ocupantes estaban en el piso, cuando el procesado efectuó los disparos contra la persona de Parra que estaba en el piso, al ser apuntado por éste con una pistola y para proteger su propia vida ante el inminente riesgo que ello implicaba.

Elevada la causa, la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Bahía Blanca, con el voto de los jueces Gustavo A. Barbieri y Pablo H. Soumoulou, decidió admitir el recurso de la defensa y absolver al imputado.

“Los eventos deben analizarse en el contexto del devenir de la persecución que debió emprender el policía en horas de oscuridad, ante las persistentes agresiones con una arma de fuego por parte de la moticicleta que procuraba alcanzar

Los magistrados entendieron que debe tenerse por acreditado “que el imputado ha actuado en defensa de su vida ante la acción de un sujeto que, luego de una persecución con intercambios de disparos con arma de fuego, apuntaba desde el suelo en dirección a su persona con una arma de fuego; ello justifica el sobreseimiento requerido”.

“Los eventos deben analizarse en el contexto del devenir de la persecución que debió emprender el policía en horas de oscuridad, ante las persistentes agresiones con una arma de fuego por parte de la moticicleta que procuraba alcanzar, que pone en evidencia que ha sido razonable y justificada la creencia de B.B. sobre el riesgo inminente en que se encontraba su vida al ser apuntado” concluyeron los jueces.

Fuente: diario judicial

Fuero: Penal
Tribunal: Cámara de Apelaciones y Garantías de Bahía Blanca
Voces: legítima defensa, personal policial, cumplimiento del deber

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