El juez Gary S. Katzmann dictaminó que el Departamento de Comercio no había sobrepasado los límites de la Ley Arancelaria de 1930.
La Corte de Comercio Internacional de los Estados Unidos ratificó los aranceles sobre el biodiésel de la Argentina, a pesar de la revisión del Departamento de Comercio de los Estados Unidos; es una señal negativa para el gobierno de Alberto Fernández y el exportador de biodiésel LDC Argentina S.A., que habían iniciado el año pasado un juicio sobre la problemática.
En su momento, las ventas de biodiesel argentino a Estados Unidos llegaron a representar USD 1.200 millones, transformándose en el principal producto de exportación a ese país. Se trata de un mercado fundamental para la cadena productiva de la soja. Acceder al mercado estadounidense es muy relevante, porque tiene una alta demanda que sostiene los precios, y en los últimos años la Argentina ha demostrado ser muy competitiva.
La sentencia
Ayer el juez Gary S. Katzmann dictaminó que el Departamento de Comercio no había sobrepasado los límites de la Ley Arancelaria de 1930, y que se le permitía cambiar de opinión entre las determinaciones preliminares y finales en una revisión por cambio de circunstancias.
«El tribunal concluye que Comercio no se equivocó al revisar su decisión inicial de que existía un cambio de circunstancias porque … la ley, aunque no dice nada sobre el análisis sustantivo requerido por Comercio en una RCC, requiere que exista un cambio de circunstancias para que Comercio modifique la tasa de depósito en efectivo», detalló el juez, según consignó la agencia internacional.
La historia del caso
Todo esto comenzó en 2016 cuando los productores de biodiésel de los Estados Unidos reclamaron ante el Gobierno de Donald Trump que se implementaran medidas de represalias contra el biodiésel que se exportaba desde la Argentina, ya que consideraban que al mercado estadounidense ingresaba con dumping y además que tenía subsidios.
En el planteo que realizaron los productores de Estados Unidos señalaron que las retenciones a la soja, que están vigentes en la Argentina, contaba con un diferencial que le permitía a la industria procesadora comprar a un menor precio la materia prima, entre otros argumentos que presentaron.
Desde comienzos de 2018, Estados Unidos había decidido aplicar derechos antidumping y compensatorios que, sumados, llevaron los aranceles para el biodiésel argentino por encima del 130%. Luego de que se modificara el régimen en la Argentina para aumentar las retenciones al biodiésel y con ello eliminar los incentivos para el exportador, los productores locales hicieron una presentación por «cambio de circunstancias» para pedir que se revise esa decisión.
En julio de 2019, se conoció una decisión preliminar que preveía eliminar los derechos antidumping pero mantener los derechos compensatorios. Pocos días atrás, esa resolución fue revertida y se decidió mantener ambos aranceles en el nivel original. El Departamento de Comercio determinó que el «cambio de circunstancias» no era lo suficientemente relevante para modificar el régimen arancelario.
En medio de toda esta problemática, los integrantes de la Cámara Argentina de Biocombustibles desde hace tiempo vienen rechazando las decisiones que se toman en los Estados Unidos, ya que según expresaron «no existieron ni existen condiciones de dumping ni de subsidios en las exportaciones de biodiésel de soja».
Fuente: iprofesional