Un cirujano plástico deberá indemnizar a una paciente que sufrió graves secuelas hace 13 años, cuando se sometió a una operación para mejorar su abdomen y levantar sus mamas. La mujer fue en agosto de 2007 a la “Clínica Tuny” porque quería llegar más linda a la fiesta de 15 de su hija, que se realizó el 20 de marzo de 2008.
En su demanda, explicó que por todas las complicaciones que hubo después de la cirugía tuvo que quedarse sentada todo el evento sin poder moverse ni participar de ninguna manera, ante los dolores que sufría.
La Cámara Nacional en lo Civil confirmó la sentencia que ordenó pagarle 1.300.000 pesos más intereses. El fallo se dictó contra Gustavo Tuny y su aseguradora.
“Operación sencilla”
La mujer tuvo que litigar más de una década para conseguir una indemnización. Explicó a la Justicia que en agosto de 2007 fue a la “Clinica Tuny” para asesorarse y le dijeron que se trataba de una “operación sencilla”.
La atendió el cirujano Tuny y le dijo que sólo debía permanecer internada 24 horas y hacer reposo por tres días, antes de volver a su vida habitual. Incluso, le dijo según ella que un mes después podía volver a realizar actividad física. Nada de esto sucedió. Luego de tres horas de operación con anestesia general, quedó internada y recibió el alta en el plazo previsto. Pero días más tarde notó la “piel de su abdomen levantada”. Después de cuatro meses volvió a la clínica porque su piel seguía “como si fuera un pequeño globo”.
“El médico tratante –continuó su relató- volvió a citarla en su consultorio. Luego de controlarla le dijo que “había quedado mal”, “que no había pegado bien la piel” y que tenía que hacerle un “retoque”. Es decir, volver a intervenirla”, lo que ocurrió en febrero de 2008.Todo siguió igual hasta la fiesta de 15 que “no pudo disfrutar”.
“Pasó por mucha angustia –igual que su hija, que veía su padecimiento- y debió explicar a los invitados que se acercaban a ella que no podía levantarse de su silla debido a los intensos dolores de abdomen que sufría. Explicó que la recuperación fue muy lenta, que a pesar de que conducía y caminaba, no podía realizar actividad física, ni hacer esfuerzos porque se inflamaba mucho su abdomen”.
En agosto de 2009 comenzó a sentir un “gran malestar y una dureza en el estómago que era palpable al tacto”: fue a una guardia médica y en una ecografía descubrieron un “cuerpo extraño de forma tubular”. Según la denuncia, habría sido un catéter que se dejó olvidado en la operación.
Fuente: Justicia de Primera
Fuero: Civil
Tribunal: Cámara Nacional en lo Civil
Voces: cirugía plástica, secuelas graves, indemnización
