A pedido de un comite de bancos del exterior buscan información sobre las transferencias de las empresas del grupo durante los últimos tres años
El escándalo con la expropiación de Vicentin traspasó las fronteras y ahora es un comite de bancos del exterior el que está investigando cuáles fueron las transferencias realizadas por todas las empresas del grupo en los últimos años.
El último 18 de febrero y ante la insistencia de los bancos internacionales, que son acreedores de Vicentin, el juez Alvin Hellerstein, del la Corte del distrito Sur de Nueva York, accedió al proceso de «discovery», esto es rastrear las cuentas de todas las empresas de Vicentin Sociedad Anónima y del Vicentin Family Group.
El juez respondió así a un pedido que los bancos le habían formulado el último diciembre, cuando Vicentin había dejado de pagar sus obligaciones. El proceso investigará las transferencias al exterior de las empresas de Vicentin, tanto las que están en concurso como las que no ingresaron. Y esa investigación abarca los tres últimos años.
Estos bancos, que acumulan una elevada deuda en dólares de la cerealera, se reunieron en un comité para presionar. En la Argentina ese comité es representado por el estudio Bruchou y tiene como asesor financiero a Columbus Zuma Investment Banking, la sociedad que integra Alejandro de Nevares .
En un comunicado señalaron que «las políticas internas del Comité Ad Hoc requieren un claro entendimiento de la situación financiera de su cliente y entender qué lo llevo a la actual situación de estrés. En ese sentido, al no tener una explicación clara por parte del management de Vicentin, en febrero 2020, los miembros iniciaron una acción de «Discovery» en la corte del distrito Sur de Nueva York».
La acción consiste, según explicaron en obtener información sobre transferencias electrónicas internacionales, ordenadas y recibidas por Vicentin, sus subsidiarias, afiliadas y sus accionistas individuales en los últimos 3 años. Ya están recibiendo esa información que, según aseguran, está en proceso.
La CFI, el brazo financiero del Banco Mundial lidera el comité: le deben u$s273 millones. Le siguen nada menos que el banco de Desarrollo holandés FMO, con u$s150 millones. El FMO es controlado por el Estado holandés, dueño del 51%, y el otro 42% está en manos de varios bancos holandeses grandes y el 7% en manos de asociaciones de empleadores, sindicatos y aproximadamente 100 empresas holandesas, además de inversores individuales.
Otros u$s109 millones le deben al banco cooperativo Rabobank. también de los países bajos.
Los bancos franceses están comprometidos, aunque en menor medida. Varios integraron el préstamo de la CFI a Vicentin como el Credit Agricole. Otros como Natixis, que es el cuarto banco de Francia, le otorgaron préstamos por unos US$ 10 millones. Y todos quieren cobrar.
Fuente: Iprofesional