La Justicia de Familia de Rosario autorizó a una mujer divorciada que vive en esta ciudad junto a sus tres hijas a radicarse en Uruguay. Uno de los fundamentos de esa decisión es la inseguridad que se registra en Rosario. Si bien no es el único elemento que la resolución menciona –también habla de violencia de género y de las posibilidades de desarrollo laboral-, la inseguridad aparece con mucho peso, incluso con una comparación con Uruguay.
Paralelamente le ordenó al hombre, que se opone a esa radicación en el exterior, que realice un psicodiagnóstico y posterior evaluación terapéutica para coordinar y garantizar un adecuado régimen de comunicación donde se ofrezca bienestar y seguridad a las hijas de la pareja. Una de las hijas es mayor de edad, otra es adolescente y la restante es una niña.
La mujer trabajará como empleada administrativa y vivirá en la casa de su madre en Paysandú, al igual que sus tres hijas, que continuarán allí con sus estudios.
En la resolución el Tribunal de Familia Nº 5 -integrado por los jueces Ricardo Dutto, Sabina Sansarricq y Milca Bojanich- en pleno destacó que “el padre se encuentra con una ventaja desproporcionada respecto de la madre, quien no tiene ningún pariente biológico en Rosario y es uno de los motivos por los cuales decide su radicación con sus hijas en Uruguay, ya que su madre y otros familiares residen en ese país y cuenta con mayores comodidades habitacionales que las que tiene en esta ciudad”.
Sostiene además que “el hombre no hizo ningún ofrecimiento concreto sobre un mayor confort habitacional conociendo el actual domicilio de su exesposa y sus hijas ya que vivió allí y a pesar de trabajar como albañil no se preocupó por restaurar la humedad en paredes y techos”.
Los magistrados señalan asimismo que “la conducta omisiva de los alimentos en general configura a todas luces un caso de violencia de género, ya que afecta directamente a la madre, que debió cubrir de manera exclusiva las necesidades materiales de las tres hijas con la limitación económica que la misma tiene”.
Las hijas puntualizaron el destrato recibido por su madre y por ellas por parte del progenitor durante la convivencia. También dijeron que estarán más tranquilas en Paysandú, ya que en Rosario viven en la zona oeste y sienten miedo por la inseguridad reinante.
En la resolución los magistrados afirman: “Un dato incontrastable es la mayor seguridad que ofrece Paysandú respecto a Rosario, ya que esta ciudad encabeza la tasa de criminalidad del país con 10,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, el doble de la media nacional (5,3%)”. Agregan que el año pasado rompió su récord de asesinatos y que en los dos primeros meses de este año no cede la violencia con desenlaces mortales.
El tribunal consideró al fundamentar su decisión que debe tenerse en cuenta la situación de deterioro e inseguridad para los ciudadanos en general y para el mejor interés de la mujer y sus hijas. “La autorización judicial suple la oposición de quien, en principio, goza de la titularidad y ejercicio de la responsabilidad parental”, dice en relación al padre. También añade la resolución judicial que “el principio rector del Interés Superior del Niño como pauta interpretativa para la radicación en un país limítrofe se tuvo especialmente en cuenta ya que se modifica el centro de vida, aspecto que no puede surgir como límite y cepo a la posibilidad de la progenitora a un mejor mercado laboral que le permita desarrollarse acorde a su capacidad y en resumidas cuentas, a su autonomía personal y la posibilidad de elección”.
La mujer deberá informar al progenitor cualquier novedad de relevancia en cuanto a la educación, salud y situación emocional de las hijas.
Fuero: Familia
Tribunal: Tribunal de Familia Nº 5 de Rosario
Voces: inseguridad, régimen de comunicación, radicación en el exterior
Fuente: sumapolitica