Piden juicio oral para un taxista acusado de matar a golpes a una mujer trans en Almagro

Víctima e imputado convivían en el departamento donde ocurrió el crimen. El chofer de taxi llamó a la policía y declaró que la encontró muerta cuando volvió de trabajar. La data de muerte, los registros de la llave magnética del edificio, las cámaras de seguridad, las antenas de telefonía celular y los testimonios de vecinos, incriminan al acusado. La fiscalía requirió que sea juzgado por femicidio.

El fiscal Pablo Recchini, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°30, solicitó que un taxista que convivía con una mujer trans que en abril pasado apareció asesinada a golpes en un departamento del barrio porteño de Almagro, vaya a juicio oral acusado de ser el autor del femicidio.

El requerimiento de elevación a juicio fue presentado ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°49, a cargo de la jueza Ángeles Mariana Gómez Maiorano, en el marco de una causa por femicidio que tiene como víctima a Damaris Julieth León Guamán (38), de nacionalidad ecuatoriana, y como imputado a Juan Manuel Blanco (48), alias “Juancito”, de profesión taxista.

Recchini pidió que Blanco sea juzgado como presunto autor de un homicidio agravado por haber sido perpetrado por un hombre, contra una mujer, mediando violencia de género, delito contemplado en el inciso 11° del artículo 80 del Código Penal y que tiene como pena única la prisión perpetua.

“La damnificada resulta ser una mujer a la luz de lo dispuesto por la ley 26.743 (de identidad de género), habiéndosele incluso extendido el DNI en el que consta su identidad y condición de género, por lo que no cabe efectuar mayores consideraciones al respecto”, explicó el fiscal en lo referido al género de la víctima.

Además, señaló que se demostró que Blanco y León Guamán “convivían” en el domicilio donde se produjo el crimen, que “el imputado habría sido ‘cliente’ de la víctima -quien ofrecía servicios sexuales- y que ejercía violencia sobre ella, tornándose agresivo cuando ingería alcohol, exigiéndole dinero y amenazándola con que la echaría del domicilio”.

Al fundamentar la figura del femicidio, el fiscal sostuvo que “se dio además en el marco de un claro aprovechamiento de la condición de vulnerabilidad de la damnificada, por tratarse de una mujer transgénero, extranjera y trabajadora sexual, lo que lleva a sostener que León Guamán resultó víctima de violencia de género”.

“Se demostró que Blanco estuvo presente en el departamento en el espacio temporal en el que se produjo el homicidio y que, en ese lapso, no ingresaron otras personas al inmueble”, afirmó el fiscal.

El caso

El representante del MPF detalló que el hecho ocurrió entre las 19.04 del 31 de marzo y las 0.01 del 1° de abril último, en el interior del departamento PB “B” de un edificio de la calle Río de Janeiro 781, en uno de los límites entre los barrios de Almagro y Caballito, a dos cuadras del Parque Centenario.

El fiscal acusó al taxista de “haber causado la muerte de Damaris Julieth León Guamán, con quien convivía desde hacía alrededor de dos meses en la vivienda indicada, para lo cual la golpeó en su rostro y cuerpo, ocasionándole traumatismo de cráneo facial y edema encefálico difuso”.

El requerimiento fiscal señala que, durante la tarde y la noche del 31 de marzo último, “Blanco entró y salió del domicilio en reiteradas oportunidades, siendo que en uno de los intervalos en los que estuvo en el departamento acabó con la vida de León Guamán”.

Recchini narró que a las 0.01 de la madrugada siguiente, Blanco se subió al taxi marca Chery Tiggo que explotaba como chofer, y luego de circular a bordo del mismo, regresó a las inmediaciones del edificio a las 0.56, dejando el automóvil mal estacionado y permaneciendo allí por un largo período de tiempo, hasta que a las 2.53 se comunicó con el Departamento de Emergencias Policiales para solicitar un móvil policial sin dar mayor información, y dos minutos más tarde volvió a comunicarse por el mismo motivo.

Ya a las 3.20 volvió a salir de su departamento y a las 3.40 se dirigió a la intersección de Río de Janeiro y Cangallo, donde encontró un patrullero de la Policía de la Ciudad a cuyos efectivos les informó que la persona con la que compartía el departamento se encontraba tendida en el suelo de la habitación y que no respondía a estímulos.

Los policías que ingresaron al departamento hallaron a la víctima vestida con short de jeans color azul y remera color negra, boca abajo en el piso de un dormitorio, con abundante sangre en su cabeza y con la mitad inferior de su cuerpo cubierto con dos pedazos de tela de cortinas de baño. Asimismo, se observaron signos de violencia en el baño y en el interior de la habitación.

La autopsia realizada en la morgue judicial identificó lesiones contusas provocadas por golpes en 16 áreas distintas del cuerpo de la víctima y concluyó que la muerte se produjo por “traumatismo cráneo facial y edema encefálico difuso”.

La data de muerte, clave en la acusación

La médica de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía de la Ciudad que inspeccionó el cuerpo de la víctima a las 6.40 de la madrugada, estableció que se encontraba «frío, con rigidez generalizada y con livideces». En función de esos fenómenos cadavéricos, la perito estimó que la muerte tendría una data probable aproximada que “oscilaba entre las 8 y 10 horas desde su arribo”, elemento clave para la acusación, ya que indicaría que para la fiscalía homicidio se produjo “entre las 20.40 y 22.40 del día 31 de marzo de 2024”, franja horaria en la que, según la investigación, Blanco estaba en el departamento donde se produjo el hecho.

“Se demostró que Blanco estuvo presente en el departamento en el espacio temporal en el que se produjo el homicidio y que, en ese lapso, no ingresaron otras personas al inmueble”, afirmó el fiscal.

Entre los elementos de prueba que enumeró la fiscalía, están los registros de la llave magnética que usaba Blanco para ingresar y salir del edificio y que lo tienen ubicado en el edificio en el horario del crimen.

Lo mismo sucede con los registros de llamadas y con la activación de la línea de telefonía celular del imputado que lo ubican en el lugar del hecho.

“También se incorporaron a la causa las filmaciones obtenidas de las cámaras públicas y privadas ubicadas en las inmediaciones del domicilio sito en Río de Janeiro 781, en los cuales se advierte la presencia de Blanco y de su rodado en el lugar”, agregó Recchini.

A su vez, la fiscalía mencionó los testimonios de vecinos del edificio que “observaron al encartado en el ingreso al mismo en los momentos inmediatamente anteriores o posteriores al horario estimado del hecho”.

Uno de esos testigos lo vio en la puerta del edificio “con un vino en la mano” y cerca de su taxi, el cual estaba “mal estacionado”. Otro declaró que le llamó la atención lo nervioso que estaba, “todo el tiempo mirando para todos lados” y otro que salió a pasear su perro a 2.45 de la madrugada, lo encontró sentado en el asiento de conductor del taxi, fumando un cigarrillo y cuando le preguntó qué le pasaba, le contestó que había encontrado muerta a la persona que le alquilaba una habitación. El imputado le manifestó al testigo: «Debería llamar a la policía», y éste haciéndole gestos, como que era una obviedad, le respondió que sí e ingresó a su departamento con su mascota.

El fiscal sostuvo que “se dio además en el marco de un claro aprovechamiento de la condición de vulnerabilidad de la damnificada, por tratarse de una mujer transgénero, extranjera y trabajadora sexual, lo que lleva a sostener que León Guamán resultó víctima de violencia de género”.

El descargo del imputado

Tras su detención como sospechoso al ser indagado, Blanco dijo que entre las 22 del 31 de marzo y las 2.30 del 1° de abril estaba trabajando con su taxi en la zona de Constitución, pero según el fiscal, ello “ha sido plenamente descartado a partir de la prueba reunida, que, como se adelantó, ha permitido ubicar al nombrado en su domicilio en el rango horario en el que […] habría ocurrido el homicidio”.

Blanco también declaró que quien asesinó a León Guamán fue la expareja de la víctima, algo que, según Recchini, “también ha sido rebatido en la investigación, dado que, si bien se acreditó que la víctima mantuvo un vínculo sentimental con un sujeto de las características mencionadas, lo cierto es que no existen indicios de que el mismo hubiese estado el día del hecho en el departamento sito en Río de Janeiro 781 PB ‘B’ de esta ciudad”.

Otro indicio valorado por el fiscal es que al momento de ser detenido, Blanco fue examinado por una médica legista que dejó asentado que el imputado presentaba excoriaciones en el antebrazo izquierdo y una equimosis lineal de 20 a 30 centímetros de extensión en la región torácico izquierdo de reciente data. Para el fiscal esas lesiones en el cuerpo de Blanco son compatibles con “la posibilidad de una riña”, que estableció el protocolo de autopsia al analizar la cantidad de lesiones que presentaba León Guamán, especialmente las defensivas que tenía en sus brazos.

“Se han colectado a mi entender suficientes elementos como para postular la continuidad del procedimiento en la etapa oral. Ello, teniendo en cuenta la provisionalidad que caracteriza a esta etapa, prevista a los fines de colectar elementos cargosos que señalen la existencia del posible ilícito y la participación del imputado en el mismo; toda vez que es en la audiencia en donde corresponde producirse la prueba que sirva de fundamento al fallo definitivo de la causa”, afirmó el fiscal al solicitar el juicio para el imputado.

Fuero: Penal,
Tribunal: Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°30,
Voces: asesinato, taxista, mujer trans, femicidio, testimonios, cámaras,

Fuente: fiscales.gob.ar

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