Además de la perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci recibieron dos sentencias tras la evasión y podrían acumular otras dos.
Los tres tienen, en promedio, poco más de 43 años. En este caso, hay que aclarar que son de edad. Porque entre todos ya acumulan tres condenas: una a perpetua, otra a 7 años y medio y la más reciente, a 8 y 10 años. Y que seguramente no será la última, porque todavía les quedan dos juicios más, con un final previsible. Este lunes, en Santa Fe, los hermanos Martín y Christian Lanatta, junto a Víctor Schillaci, serán juzgados por delitos cometidos en la provincia cuando eran los prófugos más buscados del país, en enero de 2016. Martín Lanatta (45 años), Christian Lanatta (46) y Víctor Schillaci (cumplirá 38 este jueves) ya fueron sentenciados en la misma provincia la semana pasada. El primero recibió 10 años. Los otros dos, 8. ¿La razón? Tirotearse con un grupo de gendarmes, un delito federal. El nuevo juicio comenzará este lunes a las 7.45 en los tribunales de Santa Fe y será por el secuestro del ingeniero agrónomo Juan Ignacio Reynoso (32), quien trabajaba en San Carlos y el 7 de enero de 2016 fue interceptado por los prófugos cuando circulaba en su Volkswagen Amarok color blanca.
El debate, al que los acusados asistirán por videoconferencia desde la cárcel de Ezeiza, debía comenzar el miércoles último pero fue pospuesto ya que las autoridades del penal argumentaron que “la capacidad operativa se encontraba completa y afectada a otra medida judicial ajena a esta jurisdicción”, según las fuentes judiciales. En esta nueva causa, el fiscal Estanislao Giavedoni les imputa delitos que cometieron durante su corta estadía en el territorio provincial, cuando secuestraron al ingeniero, lo tuvieron cautivo 48 horas, le robaron su vehículo y lo “plotearon” como un vehículo oficial de la Gendarmería. Además, asaltaron a una familia en una casa de Campo del Medio y también la privaron de su libertad. El fiscal Giavedoni adelantó que pedirá penas de 15 años de cárcel para los responsables. El lunes pasado, los autores del triple crimen de General Rodríguez, del que fueron víctimas Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), recibieron las terceras condenas de sus vidas. La primera fue la perpetua por el caso derivado del tráfico de efedrina. Las segundas habían sido anunciadas el 1° de octubre por la fuga del penal bonaerense de General Alvear, registrada el 27 de diciembre de 2015. El trío fue sentenciado por esta evasión a 7 años y medio, en una decisión del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de La Plata. Con la camioneta del ingeniero, los prófugos volcaron el 9 de enero cerca de la localidad de Cayastá, donde Martín Lanatta fue recapturado. Dos días más tarde, los otros dos fueron ubicados en un campo arrocero.
Otra de las víctimas del raid de la fuga fue el productor agropecuario Héctor Ferreira, quien aquel 9 de enero fue privado de su libertad en su casa de la localidad Campo del Medio. Según Ferreira, los fugitivos estaban armados y vestidos como gendarmes, y lo maniataron con un cable de teléfono, tras lo cual se llevaron su camioneta, que luego fue hallada abandonada. Christian Lanatta y Schillaci están además imputados de la privación ilegítima de la libertad de Franco Martín, un empleado de la arrocera Spalletti de Cayastá, donde fueron recapturados el 11 de enero de 2016. El tribunal santafesino estará conformado por los jueces Eduardo Pocoví, Sandra Valenti y Pablo Busaniche. En tanto, la defensa correrá por cuenta de Leandro Miró, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal. Se prevé que sean cuatro jornadas, desde este lunes y hasta el jueves, en tanto que no se resolvió la fecha de la audiencia en la que se dará a conocer el veredicto. Quedará pendiente un cuarto proceso, por la “tentativa de homicidio” en perjuicio de los policías Lucrecia Yudati (33) y Fernando Pengsawath (23), quienes resultaron gravemente heridos el 31 de diciembre de 2015 cuando intentaron detenerlos en la localidad bonaerense de Ranchos. La respuesta de los prófugos fue una ráfaga de balazos.Los dos agentes atravesaron largos períodos de internación en la clínica Fitz Roy, del barrio porteño de Villa Crespo.
Fuente: Clarin