Nueva condena a Lula por Lava Jato: casi 13 años de prisión.

El ex presidente recibió una pena de 12 años y 11 meses de cárcel.

La condena se suma a la anterior por la que el ex líder del PT ya se encuentra detenido. El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, fue condenado este miércoles a 12 años y 11 meses de cárcel en otro caso por delitos de corrupción y lavado de dinero en el marco de la investigación del Lava Jato. Lula (2003-2010) ya cumple condena desde el año pasado por otro caso de corrupción, después de que la Justicia diera por comprobado que recibió un apartamento en una playa de San Pablo a cambio de sobornos. En este nuevo caso, Lula fue hallado culpable de ser favorecido por las empresas OAS y Odebrecht con obras hechas en una propiedad rural que frecuentaba ubicada cerca del municipio de Atibaia, en el estado de San Pablo. La jueza Gabriela Hardt, quien sustituyó a Sérgio Moro, condenó también a los empresarios Marcelo Odebrecht (cinco años y cuatro meses) y Emílio Odebrecht (tres años y tres meses), a Leo Pinheiro, ex presidente de OAS (un año y siete meses). También recibieron penas el dueño de la casa de campo, Fernando Bittar, el responsable de las obras, José Carlos Bumlai, y cuatro personas más, informó el diario Folha de Sao Paulo. El fallo puede ser apelado.

El pago de las obras en la propiedad por parte de Odebrecht fue revelado en enero de 2016 por el diario Folha de Sao Paulo. Bittar, un viejo amigo de la familia de Lula, cedió temporalmente la propiedad al ex presidente en 2010 para que pudiera disfrutarla con su familia. No obstante, según la Justicia, pese a no ser el propietario de la casa de campo, Lula se benefició ilegalmente de las reformas en la misma por parte de empresas que fueron favorecidas en su gobierno con contratos amañados con la petrolera estatal Petrobras. «Es un hecho que la familia del ex presidente era una frecuentadora asidua el inmueble, así como que lo usufructuó como si fuera una donación», escribió Hardt en la sentencia. Para los fiscales, Lula «capitaneó un esquema criminal» y, «de modo consciente y voluntario», ocultó el origen del dinero usado para las obras de ampliación de la propiedad. Según un informe de la policía, los gastos ascendieron a 1,26 millones de reales (unos 340.000 dólares). Lula está preso desde abril pasado en Curitiba tras ser hallado culpable de haber recibido un departamento en Guarujá que fue reformado por OAS. El ex mandatario, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) está recurriendo esta sentencia en tercera instancia. En julio de 2017, Moro, quien se apartó del caso y luego renunció para asumir como ministro de Justicia del gabinete del presidente Jair Bolsonaro, condenó a Lula a nueve años y seis meses de prisión. Pero la pena fue elevada a 12 años y un mes por un tribunal de apelaciones. La condena impidió a Lula, de 73 años, presentarse a las elecciones que ganó Bolsonaro el año pasado, y para las que tenía la mayor intención de voto en los sondeos. El ex presidente brasileño ha rechazado haber cometido delito alguno y dice que su condena es parte de una persecución política orquestada por Moro, al gobierno del ex presidente Michel Temer, con el fin de que no ganara los comicios.

Fuente: Cadena 3

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