Claudio Bonadio, el juez federal que llevó a juicio a Cristina Kirchner y a decenas de sus exfuncionarios del kirchnerismo, murió hoy, a los 64 años, a raíz de un tumor cerebral, según confirmaron a LA NACION fuentes de su entorno.
Bonadio, que estuvo a cargo de la causa de los cuadernos de las coimas, tenía 26 años de carrera como juez federal de los tribunales de Comodoro Py. Era uno de los más experimentados del fuero y conocía como pocos los vaivenes de la política.
Los restos del magistrado serían velados en una ceremonia íntima, aunque aún no se confirmó el horario. Su muerte generó distintas reacciones en el kirchnerismo y la oposición.
El año pasado fue sometido a una intervención quirúrgica para removerle un quiste en el cerebro que lo mantuvo fuera de sus funciones durante varias semanas. Mónica, su secretaria, afirmó que el juez se encontraba en su casa del barrio porteño de Belgrano. «La última vez que hablé con él fue esta semana y lo escuché bien. Estaba en tratamiento», afirmó hoy en diálogo con Radio 10.
Durante enero, Bonadio se había tomado licencia por vacaciones no gozadas. Y tenía previsto extenderla durante febrero, según consignó LA NACION el domingo pasado. El Gobierno buscaba negociar con el juez su renuncia, ya que el oficialismo no tenía el número para impulsar la vía del juicio político y la destitución. Bonadio acumulaba varias denuncias por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura.
Su enfrentamiento con Cristina Kirchner
Bonadio protagonizó varios enfrentamientos con Cristina Kirchner durante los últimos años. Hubo acusaciones cruzadas y provocaciones. «Pistolero, mafioso y extorsionador», lo tildó la exmandataria durante una cadena nacional. Además, en su libro, Sinceramente, lo definió como «el sicario».
El juez elevó a juicio más de cinco causas contra Cristina Kirchner, la citó a siete indagatorias en un solo día y le dictó nueve prisiones preventivas, seguidas de pedidos de desafuero al Congreso. La causa de los cuadernos de la corrupción, que estuvo a su cargo, ya fue elevada a juicio y está en manos del Tribunal Oral N°7, que debe aún fijar la fecha de inicio del proceso que tiene como protagonistas a la actual vicepresidenta y a importantes empresarios.
Además, Bonadio investigó a los hijos de la vicepresidenta, Máximo y Florencia. Cristina lo acusó de persecución política y lo calificó como el ejemplo del lawfare. Antes de desembarcar en la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández dijo que Bonadio era uno de los jueces que iban a tener que explicar sus fallos.
Bonadio instruyó varias causas que incomodaron a la expresidenta, como Hotesur, Los Sauces, dólar futuro y la denuncia de Alberto Nisman vinculada al memorándum con Irán por el atentado a la AMIA.
También investigó la tragedia de Once y procesó a exfuncionarios kirchneristas y empresarios actualmente condenados por el siniestro ferroviario, que causó 51 muertos.
El perfil
Peronista, tenía vínculos con dirigentes de distintos sectores. También mantuvo encuentros con el papa Francisco.
Se acercó a allegados a militantes de Guardia de Hierro en los años 70 y con la vuelta de la democracia se vinculó con el Frente de Unidad Peronista (FUP). En ese espacio conoció a Carlos Corach, ministro del Interior de Carlos Menem. Durante el menemismo fue nombrado subsecretario legal técnico. Y, en mayo de 1994, fue designado al frente del juzgado federal N° 11 de la Capital.
En los 90, el exministro de Economía Domingo Cavallo habló de la famosa «servilleta» en la que Corach había anotado a los jueces que le eran fieles, entre los que figuraba Bonadio.
No le escapaba a los casos sensibles al poder. Durante el gobierno de la Alianza, Bonadio tuvo la causa por las irregularidades del atentado contra la AMIA.
Luego, impulsó una investigación sobre el líder de Camioneros, Hugo Moyano, en una causa por irregularidades en la obra social. Estuvo al frente del caso Skanska, sobreseyó a los exsecretarios privados de Néstor Kirchner por enriquecimiento, investigó a la excúpula de Montoneros y también la represión del 20 de diciembre de 2001.
En septiembre 2001, Bonadio mató con un arma Glock calibre 40 a dos delincuentes durante un intento de robo en Florida. «Fue en defensa propia y de terceros. A mi amigo le habían disparado en la espalda», sostuvo en agosto de 2015 durante una entrevista radial. Al juez le gustaba cazar y era instructor de tiro.
Fuente: La Nacion