El crimen ocurrió en 2017, cuando la mujer con «retraso madurativo» no pudo evitar que un vecino abusara y golpeara a la niña y fue imputada por homicidio agravado por el vínculo en forma de «comisión por omisión»
Yanina Farías, una joven de 30 años con discapacidad intelectual, enfrentará desde el viernes 29 un juicio oral en los tribunales de Mercedes por no haber «velado por la integridad» de su hija de dos años Xiomara -quien fue asesinada por José Leguizamón-, proceso al que llega con más de un año y medio de cárcel preventiva. En 2017 Yanina vivía junto a sus tres hijos en la casa de Mayra, su hermana, en el Barrio Arco Iris (de Merlo), cuando la madre de ambas le pide que vaya a cuidar su casa en Cuartel Quinto (Moreno), porque viajaba. Cuando ella se instala con los dos hijos menores Xiomara (2) y Juan Gabriel (4), la madre de Yanina le avisa que iría a vivir a la casa un hombre, José Leguizamón, que iba a realizar una construcción en el fondo de la vivienda. «Leguizamón comenzó a abusar de Yanina ni bien llegó. Yani es una chica con un retraso madurativo importante. Nosotras no podemos dejar de ver en ella todas las situaciones de vulnerabilidad que atraviesa: mujer, madre, pobre, con discapacidad», dijo a Télam Carina Leguizamón, de la Red de Mujeres de Moreno, organización que reclama la libertad de Yanina. Según consta en el expediente, el 7 de agosto de 2017 Yanina intentaba cambiar los pañales a Xiomara cuando ésta se puso a llorar; Leguizamón comenzó a pegarle a la beba hasta que la desvaneció, y también agredió a la madre y a Juan Gabriel. Yanina llegó con su hija a una Unidad de Pronta Atención (UPA) de Moreno, donde al verificar el estado de salud de la niña la trasladaron al Hospital Garrahan, pero no pudieron salvarla: Xiomara murió en la madrugada del 8 de agosto. La mujer, sin saber lo que había pasado finalmente con su hija, quedó detenida y fue trasladada primero a la comisaría 4ta de Cuartel V y luego a la comisaría de General Rodríguez.
En la autopsia realizada al cuerpo de Xiomara no se descartó que hubiera sido víctima de abuso sexual, porque presentaba lesiones anales. La causa por el homicidio de Xiomara (15.792/17) fue radicada en el Juzgado 1 a cargo de Adriana Alicia Julián y se tramitó en la fiscalía 4 de Moreno, en ese momento a cargo de Gabriel Alejandro Lorenzo, quien imputó a Leguizamón por homicidio y a Yanina por homicidio agravado por el vínculo en forma de «comisión por omisión». Según la Fiscalía, Yanina «debió velar por la integridad de su hija, y representándose que, con su inacción y por la violencia inusitada puesta de manifiesto a través de las lesiones que se ocasionaren, provocara el desenlace irremediable de la muerte de su propia hija». En el expediente fue presentada una pericia realizada por la psicóloga Raquel Disenfeld quien certificó que Yanina presenta «retraso madurativo» y que había sido tomada como esclava de Leguizamón «en todos los sentidos. Dependía del perpetrador estar viva o muerta». «Yani es un caso emblemático porque las cárceles y los neuropsiquiátricos están llenos de mujeres con historias como la de ella», dijo Carina Leguizamón. En noviembre la causa fue elevada a juicio oral y quedó a cargo del Tribunal Oral en los Criminal (TOC) 4 de Mercedes. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) bonaerense solicitó ser tomada como Amicus Curiae y sostuvo que «deben tomarse en cuenta las circunstancias, condicionamientos y situaciones en las que se encontraba y se encuentra Yanina Farias», refiriéndose a «causales de vulnerabilidad».
Fuente: Diario Popular