La madre de un menor con discapacidad apeló que se fijara el monto debatido sin tener en cuenta los gastos que demanda atenderlo.
La mujer sostuvo que su sueldo no le alcanza para las necesidades básicas. La Cámara 2ª de Familia de Córdoba elevó de 25% a 30% de todo lo percibido como empleado por un padre la cuota alimentaria que debe abonarle a su hijo, debido a la especial situación de éste, quien padece una discapacidad por la cual debe ser atendido y tener mayores cuidados. En el caso, la madre se agravió del decisorio que fijó la cuota en el referido 25% todo concepto, incluidas horas extras, la Bonificación Anual por Eficiencia (BAE) y deducidos los descuentos de ley, con un mínimo de $6.300. La progenitora sostuvo que el a quo omitió considerar la condición especial que reviste su hijo, quien sufre de epilepsia refractaria.
Fuente: Comercio y Justicia