El caso recayó por sorteo en el juzgado del mismo juez que hacía la demanda, quien acudió a la ART Provincia para firmar el convenio millonario.
Un magistrado en la provincia de Mendoza está siendo investigado por un acuerdo por 4,5 millones de pesos con una ART. Se trata del juez Antonio Sánchez Rey, de 76 años, de la Quinta Cámara Laboral, quien tuvo un accidente en uno de sus brazos en mayo del 2017 en los tribunales locales tras lo cual inició una demanda, que es la que está siendo indagada por el convenio millonario. Lo que más llama la atención es que dicho pacto recayó en el propio juzgado de Sánchez Rey, si bien luego de darse a conocer el caso, se pasó a la Sexta Cámara del Crimen. Este polémico acuerdo no deberá ser homologado por los compañeros del juez denunciante, Jorge Rolando Consolini y Viviana Gil, quienes por su parte, aunque no se apartaron, habían pedido con anterioridad la opinión de la Fiscalía de Cámara por la supuesta incompatibilidad prevista en las «causales de sospechas establecidas en el artículo 14 inciso 2 del Código Procesal Civil», según informó La Nación. Entre las irregularidades planteadas y el conocimiento público que tomó ese caso, se iniciaron las investigaciones y los camaristas tendrán los próximos días para hacer su descargo.
En cuanto al juez Sánchez Rey, recibe uno de los sueltos más altos del Poder Judicial de Mendoza. El accidente al que se hace referencia ocurrió cuando intentaba cerrar el portón automático: un sensor no funcionó correctamente, su brazo quedó atascado y sufrió lesiones en sus dedos. Cuando acudió a la ART Provincia, firmó el convenio junto con su hijo, el abogado Diego Sánchez Azcona. Desde el entorno del magistrado explicaron a La Nación que el monto alcanzado en el convenio tiene que ver con el alto salario del funcionario judicial, además de casi el 30% de incapacidad que le produjo el accidente. Es un caso que está generando creciente malestar entre los demás magistrados porque consideran que la demanda iniciada por su par es «inadecuada, irresponsable y afecta la imagen de todos». Además, la carátula del caso que recayó en el juzgado de Sánchez Rey por sorteo, se inició sólo con las iniciales del juez para evitar levantar sospechas.
Fuente: Infobae Profesional