Para la Cámara, esa prueba no asegura ni la autoría del mensaje injurioso, ni su integridad. Los principales puntos de la sentencia
La sala II de la Cámara de Apelaciones del Trabajo de Salta hizo lugar al reclamo indemnizatorio de un trabajador despedido luego de que su empleador lo acusada de enviarle mensajes con insultos y amenazas a través de WhatsApp.
En el caso «F., G. O. vs. León Vidrios S.R.L. s. Ordinario», el trabajador indicó que no envió los mensajes de contenido injurioso, pero que igualmente fue despedido. La firma, a los fines de acreditarlos, había presentado un acta notarial que daban cuenta de la veracidad de los mensajes obtenidos a través de capturas de pantalla.
Por ello, el dependiente presentó una demanda para solicitar las indemnizaciones correspondientes por despido sin causa.
El juez de primera instancia rechazó el pedido, por lo que el trabajador apeló.
El empleado esgrimió que no se pudo acreditar que los mensajes de WhatsApp presentados como prueba documental «hayan sido remitidos por su parte» y adujo que «no se logró vincular un número de celular a su parte, cuando se podría haber acreditado con oficios a las compañías de telefonía celular».
Además, «el análisis sobre el despido con causa no cuenta con un mecanismo de incorporación de prueba digital y que un instrumento electrónico debe superar un triple test de admisibilidad para que se pueda tener por verificada su autenticidad, integridad y licitud».
Sobre la prueba, destacó que el escribano solo dará fe sobre lo que tiene a su vista y no así sobre la autenticidad de los mensajes intercambiados.
Y remarcó que la sentencia puesta en crisis «sienta un peligroso precedente porque con solo adquirir un chip, colocarlo en un celular cualquiera, instalar «whatsapp», colocar una foto del trabajador y despachar algún mensaje injuriante a la empleadora, se generaría prueba suficiente para sustentar un despido con causa y obtener una sentencia favorable para el empleador».
El fallo de Cámara
Los camaristas señalaron que, más allá de que objetivamente los mensajes incorporados a la causa resultan agraviantes, el acta notarial «resulta insuficiente» en orden a demostrar la titularidad del número de telefonía celular y la fecha en que se enviaron los mensajes en cuestión.
Y advirtieron que le correspondía a la demandada probar que los mensajes «habían sido emitidos ciertamente por el trabajador ante la negativa (…) todo ello con el propósito de verificar si el despido con justa causa tuvo verdaderamente como nexo causal el sujeto imputado con el hecho acaecido».
También consideraron que los mensajes transcriptos «son aislados» y no mostraban la secuencia completa de la conversación.
«El procedimiento implementado por la demandada (es decir, obtener la constatación notarial de un contenido digital) no asegura ni la autoría por parte del trabajador del mensaje injurioso, ni la integridad o inalterabilidad del contenido original».
De esta manera, hicieron lugar a la apelación y ordenaron abonarle la indemnización al trabajador por despido incausado.
La pericia informática
La pericia informática tomó cada vez más valor en la resolución de todo tipo de delito o litigio. Para que los mensajes o imágenes capturadas sean válidas hay que convertirlos en una prueba digital.
¿Cómo se logra esto? Pablo Rodríguez Romeo, socio del Estudio CySI de Informática Forense, explicó que «una prueba o evidencia digital es todo dato no tangible resguardado en algún tipo de dispositivo de almacenamiento magnético o digital; dato que puede ser recolectado, almacenado y analizado con herramientas de informática forense y técnicas especiales».
«Es imprescindible que la prueba sea presentada correctamente, y su cadena de custodia no haya sido alterada, para que tenga validez. Dicha cadena nos informa el lugar de donde se retira la información, la hora de la extracción, y por quiénes pasó hasta llegar a nuestras manos; en definitiva, por dónde pasó la prueba y qué se realizó con ella. Nunca va a garantizar la no alterabilidad de la misma, pero sí en qué momento fue adulterada, por quién y la trazabilidad del efecto», remarcó.
¿Cómo se realiza la pericia informática? El perito informático forense es el profesional especializado en ejecutarla, llevando adelante los siguientes pasos:
En primer lugar, se preserva todo el material informático y todo elemento que pueda ser de valor para la causa. Luego, se extrae la información con herramientas de informática forense y técnicas especiales.
Los resultados pueden arrojar elementos claves del delito o litigio que permitan resolver la causa, o bien puede no encontrarse nada y aun así la pericia sirvió para demostrar eso.
También se buscan otros elementos probatorios como chats, redes sociales, correos electrónicos, entre otros. Aquí también el perito informático buscará los intercambios que se hayan mantenido por cualquiera de estos medios, agregó el especialista.
En muchos casos, se utilizan encriptaciones o borrados que hacen muy difícil la tarea de encontrar «huellas»; pero, en otros, el recupero de la información y la actividad del dispositivo puede ayudar a los investigadores a armar una línea de tiempo con los hechos sucedidos.
Cuando decida su incorporación, previa a la audiencia entre las partes, le puede pedir a la parte contraria que colabore, por ejemplo, dando su celular para que se analice.
En algunos países, para evitar estos inconvenientes se nombra a un «tercero de confianza» que va constatando si los padres recibieron las comunicaciones de la contraparte.
¿Qué pasa si se cambió de dispositivo?
WhatsApp puede retener la fecha y la hora en que un mensaje fue enviado como así también el número del smartphone remitente o destinatario, a lo que se agrega la posibilidad de revelar información, actuando de buena fe, si dicha información fuere requerida por ley o autoridad judicial.
En otras palabras, si bien y como principio general, de acuerdo a los términos de uso de la aplicación, los mensajes serían eliminados del servidor, todo autoriza suponer que no lo son y que su historial se mantiene y podría ser revelado en juicio, actuando la empresa en el curso normal de sus negocios y ante una orden judicial.
Es posible que los celulares desde los cuales se emitieron o recibieron «mensajes» desaparezcan, pero los servidores nunca desaparecerán y esos mensajes (y su historial) son recuperables como prueba en juicio ante una orden judicial.
Fuero: Laboral
Tribunal: Cámara de Apelaciones del Trabajo de Salta
Voces: acta notarial, mensajes de contenido injurioso, indemnización
Fuente: iprofesional