El tributo fue creado por el gobierno de Rodríguez Larreta con el argumento de que se le redujo la porción de la Ciudad de la Coparticipación Federal
La Justicia hizo lugar a una medida cautelar presentada por el legislador del Frente de Todos, Juan Manuel Valdés, y dispuso la inmediata suspensión del cobro del impuesto a los sellos sobre las tarjetas de crédito, sancionado por la Legislatura porteña el 10 de diciembre de 2020.
La medida, dictada en el marco de una acción colectiva, fue restringida y se apelará para que alcance a todos los habitantes de la Ciudad.
Con el argumento de que le habían recortado los fondos provenientes de la Coparticipación Federal de Impuestos, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta había creado el año pasado un nuevo impuesto. Así la ciudad de Buenos Aires comenzó a cobrarle a todos los usuarios de tarjetas de crédito un 1,2% sobre el total de sus compras para incrementar su recaudación.
La discusión
La medida generó una catarata de denuncias judiciales. Hasta el Banco Central de la República Argentina había alertado que la Ciudad no tenía potestad para crear un gravamen de estas características.
El legislador advirtió que es un fuerte antecedente que destaca la ilegitimidad del impuesto y aseguró que pretende darle un carácter colectivo e invitará a vecinos y organizaciones sociales y de consumidores para que participen del proceso judicial.
En el escrito firmado por la Jueza de primera instancia del fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, Alejandra Beatriz Petrella, se ordena: «Hacer lugar a la medida cautelar solicitada por la parte actora y, en consecuencia, ordenar al GCBA que –a través de la AGIP– suspenda los efectos de la Resolución Nº 282/2020 del GCBA».
Valdés celebró la decisión y manifestó: «es necesario entender que no se puede avanzar sobre el bolsillo de los porteños y porteñas. La creación de nuevos impuestos no puede ser moneda corriente en el distrito con más recursos del país. Este fallo marca el camino para frenar el afán recaudador del Jefe de Gobierno, en medio de una la crisis que atravesamos no podemos golpear a quienes más están sufriendo. No dejemos que Larreta haga campaña con el dinero de los ciudadanos y ciudadanas».
Pago mínimo
Las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos financieros más utilizados en nuestro país, ya que según el Banco Central están en circulación unos 42 millones de plásticos para cerca de 24 millones de personas, que las utilizan para compras que cancelan al vencimiento o en cuotas y llegado el caso, como un «salvavidas», para pagar apenas una parte de la deuda a su vencimiento.
Es precisamente este último punto el que más ruido puede generar, pues si se lo utiliza en forma recurrente puede convertirse en una gran «bola de nieve» que en algún momento será imposible de desarmar.
Sobre este punto, las últimas cifras publicadas por el Banco Central son llamativas, pues en marzo los bancos financiaron $112.000 millones a clientes de tarjetas que pospusieron pagos, siendo este monto el doble del registrado en enero o febrero o cuatro veces superior al registrado en diciembre de 2020.Según los bancos, cerca del 30% de los clientes de tarjetas de crédito solo abonan el pago mínimo de sus resúmenes
Esta situación no hace otra cosa que reflejar que cuando los ingresos se ven acotados o los gastos son excesivos, cumplir con el pago total puede convertirse en una pesadilla, por lo que en muchos casos se apela a pagar solo una parte del monto o directamente el mínimo permitido que surge del resumen.
El pago mínimo es el menor valor que requiere un banco para mantener el crédito vigente de una determinada tarjeta. Se trata de un porcentaje del total de la deuda a pagar por el uso del plástico y las cuotas pendientes de pago, que depende de cada entidad.
Según los datos que aportan algunos bancos, cerca del 30% de los clientes puede llegar a optar por esta salida cada mes.
Al respecto, desde un banco extranjero expresan que «comprar con tarjeta de crédito puede facilitar la vida y darle muchos beneficios a su propietario, pero si no la gestiona bien, se puede acumular un endeudamiento innecesario«.
¿Qué pasa si solo pago el mínimo de la tarjeta de crédito?
Cuando se paga la deuda al vencimiento y aunque se opte por el monto mínimo, lo más importante es que se mantiene la línea de crédito y se evita que se la inhabilite, al tiempo que tampoco se afecta el status crediticio.
Pero se debe tener muy en cuenta que si se opta por esta opción, se puede ingresar en un círculo vicioso que puede ir incrementándose hasta absorber el límite de la línea de crédito, pues la obligación de pago ya no solo es para cancelar las cuotas de los productos que se compraron sino para refinanciar los saldos pendientes una y otra vez.
El punto fundamental que atenta contra la conveniencia del pago parcial es que, al hacerlo, se cancela un porcentaje mayor de intereses y comisiones que de las compras realizadas. Además, una parte del saldo adeudado se arrastra al mes siguiente. Por otro lado, de no pagar ni siquiera el mínimo, el total de lo adeudado se incluirá en el pago mínimo del mes siguiente.Comprar con tarjeta de crédito tiene ventajas, pero se puede acumular un endeudamiento innecesario
Es por ello, que desde las propias entidades recomiendan pagar por encima del mínimo siempre que se pueda, pues de esta manera disminuye directamente el monto de intereses adicionales que se deben abonar. De hecho, si se paga por encima de ese monto, se podrá cancelar en menos tiempo la deuda, con el consiguiente ahorro de intereses y un mayor cupo disponible en la tarjeta.
Incluso, desde la página web del BCRA aconsejan «evitar pagar solo el pago mínimo del saldo de la tarjeta. La acumulación de saldo genera intereses mayores en el futuro».
¿Cómo se conforma?
Si bien el cálculo no es uniforme, dependiendo de las tarjetas y de los bancos, suele conformarse con un porcentaje del saldo de la deuda más los gastos no financiables, es decir las cuotas pendientes, a los que se suman los intereses, impuestos y comisiones. Por lo tanto, pagar solo ese monto en forma reiterada ayuda poco y nada a reducir la deuda total.
Actualmente, por determinación del BCRA, la tasa que pueden cobrar los bancos para refinanciar saldos de hasta $200.000 es de 43% anual, pero el costo financiero total alcanza al 67% anual. Ese límite está vigente desde el año pasado, en el marco de la pandemia.
«Todos los ítems del resumen contribuyen al pago mínimo pero en diferentes porcentajes. Esto incluye los consumos que hizo el cliente en el mes, los saldos financiados, débitos automáticos, adelanto en efectivo, excedentes, intereses, comisiones e impuestos. En el caso de las compras en cuotas, su impacto en el mínimo varía según la cantidad de pagos acordados», resumieron fuentes de BBVA.
A manera de ejemplo, desde un banco consultado por iProfesional afirmaron que «el pago mínimo se integra con un 10% del saldo adeudado del mes anterior y otro 10% por los consumos del mes en un pago, a los que se suman las cuotas del período, la totalidad de los intereses, cargos y comisiones, además de los impuestos. A ese monto se le debe sumar el total del pago mínimo anterior que no se abonó».
¿Cómo resolver el problema de una deuda?
Los ejecutivos de banca de individuos aconsejan tratar de reemplazar esta deuda por otra alternativa financiera más económica, mediante un préstamo personal a una tasa más baja, con cuotas fijas y a un plazo un poco más largo, para que el pago mensual tenga un impacto menor en el presupuesto familiar.
«Eso sí, cuando recomendamos esta opción, lo que les pedimos a los clientes es que dejen de usar el plástico, algo que rara vez sucede, pues con el paso del tiempo es muy probable que se repita el problema, al que se suma el pago de las cuotas del préstamo», advierte el encargado del sector Personas de un banco nacional de primera línea.
Fuente: Iprofesional