Un juez dispuso que Leandro Bazán (27) siga libre y que realice tareas comunitarias en una sede Cáritas.
Un motochorro acusado formalmente por la Justicia de al menos dos robos cometidos en abril de 2018 en la ciudad de Buenos Aires, aunque a la vez investigado por varios más, fue condenado a tres años de prisión en suspenso, por lo que no irá preso, aunque deberá realizar tareas comunitarias y no conducir motos por dos años, informaron hoy fuentes judiciales. De acuerdo al sitio Fiscales.gob.ar, la condena fue dictada por el juez del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 18, Domingo Luis Altiei, en un juicio unipersonal del que participó el fiscal 8 de ese fuero, Guillermo Morosi, quien había solicitado una pena de tres años y medio de prisión. Se trata de Leandro Santiago Bazán (27), quien el 13 de abril de 2018, cerca de las 22, le arrebató el celular a un joven en en el barrio porteño de Palermo y una hora después intentó hacer lo mismo en el barrio de Núñez, aunque en este caso la víctima y su hermano lograron evitarlo y hacerlo caer al piso, por lo que fue detenido. El motochorro de la polémica robó en ocho barrios porteños y con una moto sin patente Tras el alegato del fiscal, que pidió que Bazán fuera condenado a tres años y seis meses de cárcel por robo y tentativa de robo, el juez impuso una pena de tres años, pero en suspenso, y el cumplimiento durante ese mismo período de una serie de reglas de conducta, como fijar residencia, realizar tareas comunitarias en una sede de Cáritas y no conducir ninguna moto por dos años. De acuerdo a las fuentes, Bazán tiene otra causa en trámite por hechos similares ocurridos durante un mismo día y pesa sobre él un pedido de prisión preventiva que realizó la fiscalía y que debe resolver la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional.
Quién es el motochorro. Cuando cayó detenido por primera vez, en abril de 2018, a Bazán le encontraron once teléfonos en un bolso. Igual la Justicia lo liberó para que esperara el juicio en libertad. Y aprovechó el tiempo. En septiembre cayó otra vez, luego de un raid en el que arrebató 9 aparatos en apenas tres horas pero en el que terminó chocando. Insólitamente lo volvieron a liberar. Ante esto el fiscal del primer caso empezó a pedir que vaya preso, pero no logró una respuesta positiva. Los investigadores comprobaron que robó en al menos diez barrios porteños, ocho de ellos en un mismo día en una moto sin patente. La primera vez que lo detuvieron protagonizó al menos dos asaltos en Palermo y Núñez con una moto sin patente, el 13 de abril del año pasado. Esa noche Bazán salió junto a un cómplice que manejaba una Honda Tornado 250 negra. Los dos llevaban la cara cubierta con los cascos. Cerca de las 22, en Jerónimo Salguero entre Charcas y Güemes eligieron a la primera víctima: un joven que caminaba por la vereda con un iPhone X en la mano. Pasaron por atrás del muchacho, Bazán estiró los brazos y le arrancó el teléfono de las manos, ayudado por la fuerza de la aceleración. Una hora después el ladrón volvió a golpear en Núñez. Esta vez, solo. Fue en Cabildo y Quesada cuando intentó atacar a dos hermanos. Una de las víctimas llevaba en sus manos otro iPhone X.
Pero esta vez la jugada no iba a terminar del todo bien. El dueño del celular reaccionó y se agarró de la cola de la Honda Tornado. Así primero logró frenar el escape y, luego, gracias a un golpe certero, pudo tirar a Bazán de la moto. Entre los dos hermanos y otras personas que pasaban por el lugar, lo redujeron. Segundos después llegó una oficial de la Policía de la Ciudad que vigilaba la zona. Bazán tuvo que ser derivado al Hospital Pirovano por los golpes que sufrió por la caída, donde estuvo detenido un par de horas hasta que el juez nacional en lo Criminal N° 18, Pablo Ormaechea, lo dejó en libertad. Además del iPhone X que intentó robar, Bazán tenía un bolso azul con otros diez celulares que se cree que fueron robados en el mismo raid. Solo el joven que había sido asaltado en Salguero y Güemes se presentó en la ex comisaría 35° cuando vio por la aplicación de GPS que su teléfono estaba allí y fue a reclamarlo. Mientras esperaba el juicio en libertad, Bazán siguió con lo suyo. Fiel a la fórmula, volvió a usar una moto sin patente y se animó nuevamente al robo en cantidad. En su segundo raid cometió al menos nueve hechos en tres horas y en ocho barrios distintos. Lo descubrieron de casualidad por un accidente de tránsito.
La nueva seguidilla delictiva comenzó el 7 de septiembre pasado cerca de las 19, en la avenida Coronel Díaz y Paraguay, en Recoleta. La víctima fue un hombre que caminaba por la vereda y fue sorprendido por dos motochorros con casco. Uno le arrebató su Motorola C3. De acuerdo a lo que pudieron reconstruir los investigadores, todo continuó por Moreno y Lima (Monserrat), Entre Ríos y Antequera (Constitución), Senillosa y Rivadavia (Caballito), Asamblea al 800 (Parque Chacabuco), Juan B. Justo y Mercedes (Floresta), Nazca y Felipe Vallese (Flores), Boyacá y Bacacay (Flores); y Beiró y Gavilán (Agronomía). La cacería del motochorro terminó en Avenida De los Constituyentes y La Pampa, cuando chocó la Yamaha XTZ 250 azul contra una camioneta que conducía una mujer. Por la colisión, Bazán sufrió dos fracturas en una de sus piernas y tuvo que ser trasladado al Hospital Zubizarreta. Cuando la Policía lo identificó encontró entre sus pertenencias los nueve celulares robados y comprobaron que la moto que manejaba, además de no tener patente, tenía «prohibición para circular».
Fue por una investigación de la Fiscalía de Núñez y Saavedra, a cargo de José María Campagnoli, que se pudo reconstruir la nueva serie de arrebatos y la causa se unificó en la que se inició en abril en el juzgado de Ormaechea. Campagnoli pidió la prisión preventiva del motochorro, pero el juez la rechazó. El fiscal tuvo que presentar un recurso de queja ante la cámara. Bazán, mientras tanto, sigue en libertad. Dice que trabaja de «delivery».
Fuente: Pagina 12