Un fallo de cámara dio la razón al casino del Hipódromo de Palermo. Indicó que la demandante no pudo probar la culpabilidad ni la falta de asistencia.
Dijo que se cayó cuando bajaba por la escalera alfombrada en el hall del Casino del Hipódromo de Palermo. Culpó a los escalones «camuflados» por una plataforma. Argumentó que no había protección, que le pidieron que comprara fichas antes de asistirla y que no se llamó a una ambulancia.
La clienta demandó en busca de una indemnización al Hipódromo Argentino de Palermo SA y Casino Club SA UTE: perdió en primera instancia, apeló y acaba de ser derrotada en la Cámara Civil. Además, tendrá que pagar los gastos de un juicio que duró casi nueve años.
La sala F de la Cámara Civil consideró no probados los hechos y recordó que es deber de quien demanda aportar las evidencias.
A los jueces les bastó con un ejemplo: en la demanda se sostuvo que el personal del Casino no llamó a una ambulancia para atenderla de las lesiones sufridas. Pero el Casino aportó el registro de atención médica de «Ecco. Emergencia y Prevención» llevado a cabo por un servicio de ambulancia.
«El profesional a cargo deja constancia que la actora se hallaba «bajo efecto de sustancias alcohólicas». Amén de ello —y de la mayor o menor incidencia que puede haber tenido la obnubilación alcohólica en la caída— es interesante señalar que el parte médico del móvil señala como hora de atención las 9:20, con lo cual queda en entredicho incluso el momento en que ocurrió el accidente, que la actora manifestó haber acaecido a las 12:30 horas», resaltó la Cámara.
Según interpretaron hubo «contradicciones» en el relato y «la negligencia declarada en la producción de la prueba pericial médica y psicológica».
No se demostró «ni la mecánica del accidente, ni los daños que dijo padecer y menos aún su relato».
La caída ocurrió el 25 de octubre de 2010 cuando llegó a la casa central del casino del Hipódromo con amigos.
«A causa de la caída sufrió diversas lesiones (fractura de la nariz y esguince del tobillo derecho. Insólitamente el personal del casino le exigió que para llamar una ambulancia adquiriese previamente fichas para jugar. Aun así, y adquiridas las fichas, el personal se negó a llamar la ambulancia manifestando que «ya se le iba a pasar». Ante la gravedad de las dolencias que padecía —dice—se trasladó por sus propios medios al Hospital de San Isidro donde diagnosticaron esguince de tobillo, fractura de nariz y brazo derecho y le colocaron un collar de Philadelphia». Todo eso narró en la demanda.
Los jueces remarcaron que no se probaron «las circunstancias ni el modo de ocurrencia del hecho» en base al cual pretendía ser indemnizada por el Casino y el Hipódromo.
Los camaristas José Luis Galmarini, Eduardo Zannoni y Fernando Posse Saguier dejaron así firme el rechazo a la demanda resuelto en la justicia civil de primera instancia y también como perdedora, le impusieron a la clienta los costos de la causa judicial.
Fuente: Infobae Profesional.