La Jueza Letrada en lo Penal de 38º Turno, Dra. Graciela Eustachio, condenó al joven I.F.M. a la pena de doce meses de prisión por su participación en la exhibición de elementos simbólicos que exaltaban actos delictivos durante el encuentro deportivo mantenido entre los clubes de Nacional y Peñarol el sábado último por la tarde.
La magistrada lo declaró autor responsable de un delito de apología de hechos calificados como delito. Además, ordenó que la pena se cumpliese en régimen de libertad vigilada con imposición de las siguientes medidas u obligaciones: a) dos meses de arresto domiciliario; b) el resto de la pena (10 meses) tendrá prohibido ingresar a espectáculos deportivos, comunicándose a la AUF y a la LUBB a efectos de su inclusión en la lista de inhabilitados para ingresar a espectáculos públicos que las mencionadas entidades organicen; y c) deberá realizar tratamiento psicológico, público o privado, de acuerdo a sus posibilidades. Las obligaciones impuestas en los literales a y c deberán se controladas y supervisadas por la OSLA de conformidad con lo dispuesto en el literal b del art. 9 de la ley 19.446, todo con descuento de la detención cumplida, siendo de su cargo los gastos de alimentación, vestimenta y alojamiento durante el proceso y la condena (art. 105 literal E del Código Penal).En su relato de los hechos, el Fiscal Letrado de Flagrancia de 2º Turno, Dr. Carlos Negro, expresó que en el marco del encuentro deportivo entre los clubes Peñarol y Nacional, cumplido el sábado último, algunos parciales de entre la denominada «barra brava» del Club Nacional de Fútbol manipularon un colchón inflable con los colores característicos del Club Atlético Peñarol, presentado el inflable como si fuera un ataúd con inscripciones que hacían mención de H.F. y R.A., personas fallecidas en trágicos episodios de enfrentamientos entre parciales de los clubes mencionados.Negro entendió que esta exhibición se realizó de tal modo que constituyó una verdadera «glorificación» de los homicidios de los jóvenes mencionados. La investigación desarrollada determinó la identidad del ahora condenado, que en su momento fue detenido y llevado ante la jueza Eustachio.La abogada del encausado no se opuso a la formalización y agregó que su cliente «manifestó arrepentimiento por sus actitudes y no evaluó completamente lo que estaba pasando en ese momento en su real dimensión».
Fuente: Poder Judicial Uruguay