Pese a que se volvió a recibir la declaración de la víctima desdiciéndose de la acusación, el juez consideró que su primer testimonio era válido y el acusado sigue tras las rejas.
El caso de abuso sexual infantil es investigado por la Justicia de Catamarca, y se encuentra ahora en manos de la Cámara de Apelaciones, luego de que familiares de la joven que denunció a su padrastro por abusar sexualmente de ella, la presionaran para que cambie su declaración, lo cual hizo. Para la Justicia, la joven fue hostigada por el grupo familiar, que la acusaba de “romper los lazos familiares”.
El juez de Control de Garantías, Rodolfo Maidana, explicó a Catamarca/12, que la causa es investigada desde el año pasado, cuando la joven radicó la denuncia. La adolescente, que hoy tiene 17 años, expuso ante la Justicia que había sido víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro, marido de su madre biológica, desde los 9 hasta los 14 años.
La denuncia generó que se materialicen distintas medidas judiciales, entre ellas, tomarle declaración a la sobreviviente en Cámara Gesell (ya que aún es menor de edad) y el respectivo protocolo de abuso sexual. Con estas pruebas, el sujeto fue imputado por “abuso sexual agravado por la situación de convivencia” y enviado al Servicio Penitenciario de Miraflores.
“Ella (la denunciante) le habló de la situación a su papá biológico y a su actual pareja, quienes hicieron la denuncia. Se le realizó un informe psicológico, se recepcionó su declaración en Gesell y ella relató estos hechos abusivos”, explicó el juez, quien afirmó que se constituyó como querellante el padre biológico, pero con el paso de los meses, desde el lado de la madre biológica de la criatura, también pidieron ser querellantes, a lo que se hizo lugar.
“Llamaba la atención que la querella solicitaba medidas similares a las de la defensa”, opinó, indicando que, entre otras cosas, solicitaron que se tome declaración a una tía de la jovencita, quien dijo que la denunciante había mentido y a su vez, que la adolescente declararía de nuevo “diciendo la verdad”.
De acuerdo con lo que consideró el juez, la niña había recibido acosos de su grupo familiar, que apuntaban contra ella por ser la responsable de “la desunión familiar”, y esta, sintiéndose hostigada por las presiones familiares, decidió prestar su testimonio nuevamente, aunque esta vez, desligó al padrastro de los hechos.
Ante la situación, el abogado defensor solicitó que se le conceda la libertad al acusado, a lo que el juez Maidana no hizo lugar, puesto que, teniendo en cuenta el contexto en el que se da la causa, la denunciante habría sido presionada para modificar su declaración de una forma diametralmente opuesta a la expuesta en su primera declaración.
En el marco de la causa declararon cuatro psicólogas que oportunamente asistieron a la sobreviviente de los abusos. De acuerdo con lo analizado por el juez, como la jovencita no cambiaba sus declaraciones, la mandaban del consultorio de una profesional a otra. Todas las profesionales de la salud, sin embargo, coincidieron en que la adolescente presenta síntomas compatibles con haber sido víctima de un abuso sexual.
“Se consideró como verdadero el relato que prestó en la Cámara Gesell y se desestimó su retractación teniendo en cuenta todos estos factores”, explicó Maidana, quien dijo que sobre el tema, también se dio lugar a que exprese su opinión la Asesora de Menores, quien coincidió con esta medida. “La retractación fue consecuencia de la situación que surgió a raíz de los constantes acosos que recibió y por haber sido acusada por romper vínculos familiares”.
El fallo de Maidana fue rechazado por la defensa del acusado y ahora se dirime en la Cámara de Apelaciones.
Mandato patriarcal
Especialistas en la temática de violencia de género, que también incluye la violencia sexual como en este caso, aseguran que las víctimas, al estar inmersas en lo que se denomina un “círculo o espiral de violencia”, no se ven capaces de salir de este tipo de relaciones sentimentales, o se niegan a reconocer que se encuentran en una.
“Hablar de la violencia que debe callarse y ocultarse es subvertir el mandato de silencio victimizador y patriarcal que encubre tanto la violación, como el disciplinamiento social y de género operado por el terrorismo de Estado mediante, entre otras violencias”, explica la investigadora y doctoranda en Filosofía del Instituto de Filosofía de la UBA, Daniela Godoy.
Fuero: Penal
Tribunal: Juzgado de Control de Garantías de Catamarca
Voces: abuso sexual agravado, convivencia, declaración de la víctima
Fuente: página 12