La iniciativa contempla permisos para patentes hasta que haya inmunización a escala global. Fue presentada por India y Sudáfrica y la respalda un centenar de países, incluida Argentina. Es impulsada también por las organizaciones Amnistía Internacional y Human Right Watch.
En la Organización Mundial del Comercio (OMC) se intentará llegar a un acuerdo sobre una exención temporal de los derechos de propiedad intelectual de las vacunas contra el coronavirus, medida resistida por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
La Unión Africana, el bloque que reúne a los estados de África, le notificó oficialmente a la OMC que se suma como promotora de la propuesta presentada inicialmente por India y Sudáfrica y apoyada por un centenar de países, incluida Argentina.
La iniciativa, que se debatirá nuevamente en la OMC los días 10 y 11 de marzo, contempla una exención de patentes «hasta que haya una gran vacunación a escala global y la mayoría de la población mundial esté inmunizada».
Sostiene que su aprobación facilitará intercambiar conocimientos y multiplicar rápidamente los sitios de fabricación de productos médicos urgentes para combatir los efectos de la pandemia, como las vacunas y los tests.
Es impulsada también por organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) y Médicos sin Fronteras (MSF), que denuncian la desigualdad en la vacunación.
Los grupos indicaron que en los países más pobres la inmunización no comenzó o lo hace lentamente.
Los miembros de la OMC toman decisiones por consenso. No se prevé alcanzar un acuerdo por la fuerte oposición de la UE y EEUU, regiones sedes de grupos farmacéuticos como Pfizer, BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson.
Según la OMC, al reiterar su oposición a la propuesta de exención señalaron que no hay indicios concretos de que los derechos de propiedad intelectual hayan sido una barrera genuina para acceder a los medicamentos y tecnologías relacionados con el coronavirus y que la propiedad intelectual era sólo un aspecto de muchos que afectaron la fabricación y distribución de las nuevas vacunas.
La Federación Internacional de la Industria Farmacéutica comparte ese criterio. «La propiedad intelectual impulsa un modelo de negocios muy innovador. No habríamos tenido la posibilidad de avanzar tan rápido en el desarrollo de tratamientos o vacunas sin el sistema de propiedad intelectual», declaró hace unos meses su director General, Thomas Cueni.
Por el contrario, las organizaciones humanitarias les exigen a los países europeos que cambien su posición en la próxima reunión del Consejo Europeo, que tendrá al coronavirus en el centro de la agenda. «La UE tiene la responsabilidad política de permitir que cualquier país produzca libremente herramientas de salud esenciales, en particular vacunas, para controlar esta pandemia sin precedentes. Es hora de que sus líderes se comprometan a compartir sin obstáculos la tecnología con los fabricantes de los países de ingresos bajos y medios», expresó el titular de MSF, Christos Christou, en un comunicado.
En Norteamérica, organizaciones de la sociedad civil y algunos legisladores del Partido Demócrata le reclamaron al presidente Joe Biden que dé marcha atrás en la directiva de su predecesor, Donald Trump, y que respalde la exención temporal de los derechos intelectuales de los fármacos. «La OMC debe promover la exención. El tiempo es esencial. Permitir el acceso temporal a las fórmulas de las vacunas significa que los países puedan fabricar sus propias dosis ahora mismo, sin esperar a las grandes empresas», tuiteó Jan Schakowsky, miembro de la Cámara de Representantes estadounidense.
Fuente: Comercio y Justicia