Este día, el Tribunal Arbitral da a conocer el fallo a favor de Argentina por la zona de lago del Desierto, que se encontraba bajo disputa fronteriza con Chile. La controversia limítrofe comprendía un área de 481 kilómetros cuadrados, ubicada entre el hito 62 y el monte Fitz Roy, zona en la que se encuentra el mencionado espejo de agua.
Ante el desacuerdo manifestado por la cancillería chilena, el tribunal ratificó el fallo y denegó, el 13 de octubre de 1995, el pedido de reconsideración del gobierno trasandino. Desde su emancipación de España, ambos países definieron el criterio de reconocer “como límites de sus respectivos territorios los que poseían como tales al tiempo de separarse de la dominación española” en 1810 y “convienen en aplazar las cuestiones que han podido o pueden suscitarse sobre esta materia, para discutirlas después pacífica y amigablemente” (Tratado de paz, amistad, comercio y navegación, 1856).
Las mayores dificultades surgieron con la determinación de la línea divisoria de aguas de las cumbres andinas. En relación a la zona en disputa, las imprecisiones del laudo dictado, en 1902, por el rey Eduardo VII de Gran Bretaña, hicieron que no se pudiera alcanzar un acuerdo de límites. Esta ambigüedad generó que en la zona se asentaran tanto colonos chilenos como argentinos, con las dificultades que de esa cuestión se derivaba. La postura argentina se vio ratificada por un estudio de la zona realizado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en 1947 que elaboró un mapa con la divisoria continental de aguas, comprobándose que la zona era de vertiente atlántica, ya que desaguaba por el río de las Vueltas hacia el lago Viedma y de éste al océano Atlántico.
En 1949, la Gendarmería informó a los colonos chilenos que vivían en la cuenca de la laguna que debían regularizar su situación ante el estado argentino y dirigirse a Río Gallegos para tramitarlo. En 1965, se generó un incidente armado por la negativa de un colono chileno, que recurrió en su defensa a Carabineros, que envió efectivos a la zona. En noviembre se produjo un enfrentamiento que ocasionó la muerte de un oficial chileno.
Los presidentes Arturo Illia y Eduardo Frei lograron un acuerdo que canalizó la disputa hacia el terreno diplomático. En 1991, los presidentes Carlos Menem y Patricio Aylwin acordaron resolver el litigio mediante un Tribunal Arbitral de expertos.
Fuente: El diario del Fin del Mundo