La sanción ocurrió en Australia, donde la justicia de ese país entiende que los usuarios de teléfonos con Android sufrieron la recolección de datos sin permiso.
- Por dos años, Google usó Android para recolectar datos de geolocalización de sus usuarios.
- Hubo al menos 1,29 millones de usuarios australianos afectados.
- El caso puede ser un ejemplo para que otros países avancen en el mismo sentido.
La justicia de Australia dispuso este viernes 12 de agosto una sanción de 60 millones de dólares australianos (U$S 42 millones) a Google (Alphabet) por haber engañado a los usuarios de smartphones que tenían instalado el OS Android.
El fallo dice que se produjo una recolección de datos de localización de usuarios indebida y no autorizada.
“Es una pena que busca lograr el necesario objetivo disuasorio, específico y general, de la imposición del castigo”, dice el fallo del juez Thomas Thawley, del Tribunal Federal Australiano (TFA).
El TFS es la máxima instancia de la justicia en cada estado.
El fallo apunta a lo que califica como “conducta engañosa” de Google.
La sanción partió de una denuncia de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo por haber engañado a los usuarios con Android al recabar sus datos personales de localización entre diciembre de 2016 y finales de 2018.
Qué dice la justicia de Australia sobre el engaño de Google
En el fallo, el juez dice que “no se puede aceptar que los consumidores se expongan a ser engañados en esta clase de cuestiones”.
El TFA ya había resuelto en 2011 que Google había violado la Ley Australiana de Competencia y Consumo con representaciones falsas o engañosas a sus clientes respecto de la recolección de datos de geolocalización con Android, pero la compañía estadounidense apeló.
Los delitos ya probados se centraban en dos hechos:
- Revisar sin permiso el historial de localización y
- Ver la actividad de internet y en las aplicaciones instaladas en los teléfonos.
Según la denuncia, Google estuvo engañando por dos años a 1,29 millones de usuarios al no explicar de forma adecuada que podía desconectar configuraciones manualmente si los consumidores no querían que Google recolectara, mantuviera y usara los datos sobre su geolocalización.
Asimismo, Google no informaba a los usuarios de que al encender la “actividad de internet y las aplicaciones”, Alphabet seguía recolectando su información por medio de los dispositivos Según le dijo a Reuters Gina Cass Gottlieb, titular de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo el fallo “es un muy fuerte mensaje a las plataformas digitales y otras compañías de todos los tamaños sobre la imposibilidad de engañar a los consumidores en cómo se obtienen y usan su información”.
Fuente: merca20