Para la Corte Suprema, la ley no establece un número mínimo de prácticas, pór lo que las prepagas deberán cubrir las que sean necesarias.
Un fallo de la Corte Suprema determinó que el IOSE deberá dar cobertura integral del tratamiento de alta complejidad, incluyendo el 100% de los procedimientos y la criopreservación de embriones, según lo prescripto por el médico tratante, hasta la consecución del embarazo. Se aclara que para este caso no se pudo invocar la resolución del Ministerio de Salud de la Nación 1-E/2017 que estableció los alcances de la cobertura y un máximo de tres tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad a los cuales cada paciente tiene derecho, dado que su fecha de emisión fue posterior al inicio de este caso. Con la sanción de la ley 26.862 en 2013, la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) incorporaba los tratamientos de Reproducción Asistida al Sistema Único de Reintegros (SUR) en razón al alto costo que demandan las prestaciones de los tratamientos, contribuyendo a su financiamiento con el objetivo de asegurar su accesibilidad a los beneficiarios. Es decir, el SUR es el responsable de reintegrarle un porcentaje del dinero de cada tratamiento a las obras sociales y entidades de medicina prepaga. Fernando Neupiller, director de IVI Buenos Aires, firma especialista en medicina reproductiva, le dijo al periódico El Cronista Comercial lo que implica para el sector: «El principal afectado es el sistema de salud nacional que se verá perjudicado, dado que ahora los pacientes tendrán un número ilimitado de intentos cubiertos hasta obtener la cantidad de recién nacidos que la pareja desee. En un país como el nuestro, en vías de desarrollo donde según datos del Indec existe un 27% de pobreza, y los hospitales públicos se encuentran en condiciones deplorables, no pareciera ser lógico destinar tanto dinero del SUR a los tratamientos de reproducción asistida».
Según el médico, en los países en los cuales los precios de la medicina están regulados, los sistemas de salud se ven deteriorados. Esta realidad, que también ocurre en la Argentina, junto con el fallo de la Corte Suprema, afecta en gran medida a los centros de reproducción asistida que, para obtener los mejores resultados clínicos, deben recurrir a tecnología de última generación e insumos, que en su mayoría son importados. Sobre cómo viene evolucionando el tema de la fertilización desde los recientes cambios de la Ley en cuanto a la limitación de la edad y la cobertura al 100%, el especialista es contundente: «Creo que el límite de los 44 años en tratamientos con óvulos propios no es el adecuado. A esa edad, el 98 % de sus óvulos son genéticamente anormales, no tienen el número correcto de cromosomas. Esto conlleva a que la probabilidad de nacido vivo por intento sea de alrededor del 3%. De manera que, el Estado, las obras sociales y prepagas seguirían haciéndose cargo de tratamientos en pacientes que prácticamente no tienen posibilidad de concebir con sus propios óvulos».
Fuente: Infobae Profesional