Fallo controvertido: una empresaria evadió pero no fue condenada porque se ocupaba del hogar

Una mujer que era socia gerente de una SRL con su marido y administraba la empresa adujo que ese trabajo más el hogar fueron una presión insoportable.

El juez Javier López Biscayart sobreseyó a una socia gerente de una constructora que retuvo los aportes jubilatorios de los empleados para fondearse, con el argumento de «los sufrimientos psicológicos» de la mujer, al hacer compatibles «dos roles»: su trabajo profesional y «las demandas del hogar».

La Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico confirmó esta sentencia de corte paternalista hacia las mujeres, a las que se priva de su responsabilidad ante la ley.

El fiscal de la causa solicitó la declaración indagatoria a Holger Freddy Friedrich y Carla Marina Kalp, marido y mujer, y socios en la SRL, por la presunta comisión del delito de apropiación indebida de los recursos de la seguridad social correspondientes a los empleados de constructora.

Es que de las constancias acompañadas por la Inspección General de Justicia se desprendía que Constructora Friedrich fue constituida el 5 de diciembre de 2007 por Holger Freddy Friedrich y Carla Marina Kalp, quienes desde el 11 de marzo de 2011 se desempeñaron de manera conjunta como socios gerentes de la empresa.

Los testigos manifestaron, al respecto, que «a nivel administrativo era Carla Kalp, la esposa de Freddy Friedrich Holger, siendo este último quien tomaba las decisiones a nivel operativo». Y también que «las personas que se encontraban a cargo de la empresa» eran ambos.

Las bases de la discriminación

El juez López Biscayart, sin embargo, resaltó que Freddy Holger Friedrich se encontraba registrado ante la AFIP como el administrador de la clave fiscal de la constructora. Aunque los dos se encontraban autorizados a operar con su cuenta corriente en pesos que tenían en el Banco Galicia y la cuenta corriente en dólares.

Holger Freddy Friederich argumentó que retuvo los aportes de sus empleados para poder seguir pagando los sueldos, pero se demostró que recibió importantes depósitos en sus cuentas bancarias y fue procesado con un embargo por $8 millones.

Argumentos de la empresaria

En tanto, Carla Kalp argumentó lo siguiente:

• «Yo nunca asumí funciones dirigenciales, sino que asistía a la empresa como una empleada más. Tenía tareas meramente organizativas, vinculadas al ámbito de los recursos humanos, de selección, control y supervisión del personal. Asumí el rol socia gerente por el compromiso que tenía con mi marido y por exigencia formal de que las sociedades sean conformadas por al menos, dos personas».

• «El trabajo se convirtió cada vez más difícil, con más presiones sobre mi persona. Mis responsabilidades no dejaban de crecer por un lado, a la vez que resultaba muy difícil debido a la situación de la empresa, y por el otro, la situación familiar se volvía insostenible, le presión, la tensión, la descarga de la mala situación de la empresa en el matrimonio».

• «Todo ello me provocó un burn out. Tanto así que el estrés que me había generado el trabajo me obligó a recurrir a varios meses de terapia y medicación para poder controlarlo».

• «Lejos de aumentar tareas empecé a desligarme de las que tenía. Le recuerdo señor Juez que tenía aparte de mi trabajo, hijos de los cuales hacerme cargo y quienes me necesitaban al 100%».

• «Durante todo este período mi marido Holger Freddy Friedrich, fue quien dirigió la empresa, ejerciendo el rol de verdadero socio gerente».

El juez y la cuestión de género

A su turno, López Biscayart citó que la Constitución nacional da validez supralegal a los tratados internacionales de derechos humanos y de la mujer, como la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.

También que la ley argentina promueve «la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres».

«El análisis del caso requiere un enfoque integrador que incluya la perspectiva de género», remarcó López Biscayart, y se pliega a que la mujer en «su descargo ilustra un contexto de sufrimiento psicológico ante las exigencias de dos roles simultáneos, es decir, las tareas que la nombrada cumplía en Constructora Friedrich SRL y las demandas del hogar y los hijos».

Para el magistrado, «el escenario invocado por Kalp y reconocido por su marido, que exhibe cierto cariz patriarcal y cierta visión estereotipada de un papel de subordinación de la mujer al hombre, permite concluir la falta de injerencia de Kalp en la decisión sobre el depósito de los aportes».

Por todos estos motivos, decidió liberar de culpa a la mujer con el argumento de que «no haber intervenido en la apropiación indebida de aportes a la seguridad social».

Fuero: Penal
Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico
Voces: retención de aportes jubilatorios, perspectiva de género, apropiación indebida de recursos de la seguridad social

Fuente: iprofesional

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