En un caso de restitución internacional, el Tribunal le dio la razón a la jueza de Villa Dolores, Sandra Cuneo, que obliga a la mujer y a sus hijos a trasladarse al país del que es oriundo el papá.
En un caso de restitución internacional, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba emitió este lunes 25 de septiembre un falló donde rechaza la apelación presentada por C.T., cordobesa, y mamá de una niña y un niño de 9 y 5 años de edad respectivamente, en contra de la resolución emitida por la jueza de Villa Dolores, Sandra Cuneo, que la obliga a ella y a su hija e hijo a trasladarse a Alemania, país del que es oriundo el progenitor.
La Nueva Mañana accedió a la sentencia de 39 páginas firmada por los vocales del TSJ María Marta Cáceres, Domingo Juan Sesín y Luis Eugenio Angulo Martín, y dialogó con C.T. (las iniciales corresponden al nombre de la madre y son para resguardar la identidad de la niña y el niño) quien denuncia falta de perspectiva de género y presencia de falso SAP (Síndrome de Alienación Parental) en los fallos de la jueza Cúneo, así como también en el del TSJ.
Su lugar de vida, en Santa Cruz de la Sierra
La historia de C.T. y S.H. está signada por viajes entre Argentina, Bolivia (donde se conocieron en 2016) y Alemania, donde transcurrió apenas un tercio de la vida de la niña y el niño, quienes no hablan el idioma, no identifican a dicho país como lugar de vida, ni asisten a escuelas ni jardines, así como tampoco tienen vínculos o redes familiares allí. Ambos nacieron en Traslasierra, Córdoba, Argentina, donde se encuentra su familia materna, y reconocen -de acuerdo a las entrevistas realizadas en el marco del pedido de restitución internacional- a Samaipata, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde vivieron durante los últimos dos años, como su lugar de vida. Allí han tenido su casa, sus pertenencias, sus mascotas y amigos, y concurrían a la escuela.
Además, y de acuerdo al testimonio de C.T., durante el vínculo con H.S., a lo largo de todo lo que duró la relación, y actualmente, sufrió diferentes tipos de violencia, especialmente física, psicológica y económica, por parte del progenitor de su hijo y padre adoptivo de su hija. Varios de estos episodios de violencia de género fueron presenciados por familiares de C.H., como su madre y amigas, así como también constatados en entrevistas psicológicas con personal de la Senaf, frente al cual los mismos niños dieron cuenta de estos hechos.
A favor del progenitor
Sin embargo, ninguno de estos elementos fue tenido en cuenta por la jueza Cúneo, ni por los integrantes del TSJ, que si bien en su sentencia hacen alusión a la perspectiva de género y citan todo tipo de normativas nacionales e internacionales, a la hora de fallar lo hacen a favor del progenitor. Lo mismo ocurre con el lugar de residencia o espacio de vida, que la niña y el niño identifican claramente como Samaipata. Bajo el argumento del Falso SAP (Síndrome Alienación Parental), donde acusan a la madre de inducir a los chicos a decir o pensar, cual o tal cosa, el TSJ y la jueza desestiman los deseos de ambos de volver a Bolivia.
“El pedido de restitución es falaz”
Con el consentimiento de S.H., la mujer y sus hijos viajaron en junio de este año a Nono con la intención de volver a Bolivia el 10 de junio, fecha en que tenían pasajes. Sin embargo, el 2 de junio el progenitor, quien se vio obligado a volver a su país de origen por falta de trabajo, aprovechó la salida de Bolivia de la mujer y los niños para iniciar el pedido de restitución internacional desde Alemania, alegando que la madre estaba ejerciendo una retención ilegítima de los pequeños.
Tras el inicio de la acción judicial obtuvo –allanamiento mediante- la documentación personal de los menores de edad (DNI y pasaportes), imposibilitándoles retornar a su centro vida en Samaipata (Bolivia), retención que continúa hasta la fecha por parte de la justicia de Villa Dolores y que los coloca como rehenes de esta justicia patriarcal.
“Mis hijos están siendo obligados por la Justicia a vivir en un país lejano, y en un ambiente con violencia y atropellos. La jueza de Villa Dolores, Dra. Sandra Elizabeth Cuneo, en acuerdo con el Asesor de Menores, Dr. Gustavo Alejandro Gómez, con una argumentación sesgada y patriarcal admitieron la petición de restitución de los menores a Alemania, sin haber tomado en cuenta las pruebas presentadas”, indica la mujer a LNM.
El demandante, quien cuenta con antecedentes patológicos y el ejercicio de violencia sistemática, abandonó el hogar en Samaipata, Bolivia, hace más de 2 años, donde ya vivía separado de la madre de los hijos desde enero de 2021, dejando a los niños a cargo exclusivo de su ex cónyuge.
“No busca sacarme a los niños sino obligarme a mí a estar con él”
-¿Habías recibido amenazas de él sobre un proceso de este tipo?
Sí, pero nunca me imaginé que lo iba a hacer porque hay muchos puntos que no concuerdan con un pedido de este tipo, porque mi residencia habitual no es acá sino en Bolivia. Antes del pedido de restitución, comenzó a amenazarme de todas las formas posibles, y por eso fui a la Policía de Cura Brochero y lo denuncié. Pero desestimaron mi denuncia, dijeron que no tenía fundamento porque él estaba muy lejos y yo no corría riesgo. Al otro día que me archivaron mi denuncia me llegó la demanda de restitución. La policía, con una oficial de la Justicia, llegó con una orden de allanamiento y se llevaron los DNI de mis hijos, los pasaportes argentinos y los pasaportes alemanes y nos dejaron indocumentados.
-¿Cuál creés que es el objetivo de este pedido de restitución hecho por el progenitor?
Su intención no es sacarme a los niños sino forzarme a mí a ir a Alemania para cuidar de los niños ahí mientras él sigue su vida normal, como ha sido todos estos años. Él me dijo “tenés que venir acá porque es lo que yo digo y vos lo tenés que hacer, y si no lo hacés voy a iniciar vías legales y te voy a obligar”; y lo logró. De hecho, esto que está haciendo la Justicia argentina es seguir avalando su deseo y su violencia hacia mi persona y hacia mis hijos.
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