La defensa de Gastón Berganza solicitó la domiciliaria monitoreada para irse a vivir con su mamá.
Tras haber sido condenado a 24 años de cárcel por matar a balazos al medio hermano del periodista Eduardo Feinmann por un problema de polleras y pasar poco más de seis meses en la Unidad Penal N°9 de La Plata, el empresario Gastón Berganza (36) volvió a pedir que lo dejen salir de prisión. Es su tercer intento, y ahora solicita seguir preso pero en Puerto Madero. La defensa de Berganza presentó ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°5 de San Isidro, el mismo que lo condenó, un pedido de prisión domiciliaria monitoreada para que le permitan dejar el Pabellón 11 de la cárcel platense, donde no estudia ni trabaja, y mudarse al departamento de tres ambientes en el que vive su mamá en una torre de Puerto Madero. El fiscal Martín Otero ya se negó a que le otorguen ese beneficio. Sólo falta que los abogados de la mamá de la víctima, Diego Feinmann (33), hagan su descargo antes de este viernes para que el TOC N°5 resuelva. Se descuenta que también pedirán que los jueces le nieguen el beneficio.
Hay que recordar que esta no es la primera vez que Berganza solicita la libertad en estos seis meses que lleva preso por homicidio. Ya tiene dos rechazos en su haber: el mismo TOC N°5 que lo condenó, y que ahora evaluará el pedido de domiciliaria, le negó una excarcelación. “Se ponderan un rosario de circunstancias… Peligros procesales dignos de valoración: gravedad de los delitos por los que fuera condenados y el escaso tiempo en detención respecto de la pena efectivamente impuesta que no lo hacen merecedor de soltura de ningún tipo”, reza parte del fallo de los jueces Ariel Inttrozzi Truglia, Marcela López Ramos y Ariel Rolón. Esa medida la convalidaron los jueces Gustavo Adrián Herbel y Leonardo Gabriel Pitlevnik de la Cámara de Apelaciones durante la feria judicial de invierno. Con este pedido de la prisión morigerada, la defensa de Berganza, a cargo de Rodrigo González, intenta echar por tierra uno de los argumentos con el que le rechazaron la excarcelación al millonario y por que el que también cayó preso cuando lo condenaron: el peligro de fuga por la pena en expectativa. Los jueces que lo condenaron siempre ponderaron como riesgo de fuga sus abultados recursos económicos, la pena en expectativa de 24 años de cárcel, que nunca fijó un domicilio y que sólo cumplió 34 días preso en función de la gravedad del delito por el que fue sentenciado.
El 20 de noviembre de 2015 Berganza asesinó de tres tiros al ex novio de su pareja de entonces, María Laura Alayón (42). Feinmann acosaba a la pareja pero estaba desarmado la noche en que fue asesinado frente al restorán ‘Fettucine Mario’, en Pilar, cuando fue a increpar al millonario, en el marco de un caso atravesado por el sexo, el poder y el dinero. También para los jueces que lo condenaron el empresario podría haber optado por huir del lugar en vez de dispararle tres tiros a la víctima y otros tanto al taxi que lo había llevado hasta allí, más teniendo en cuenta que Berganza es piloto y estaba a bordo de un BMW que no tenía impedimento para salir del estacionamiento, ubicado a metros del restorán. Tras viajar por Miami, Bahamas, Italia, Punta Cana, República Dominicana y Uruguay durante los más de dos años que duró el proceso porque el juez de Garantías de Pilar Nicolás Ceballos se lo concedió, Berganza llegó a juicio a principio de este año y de allí fue derecho a la cárcel. El 16 de marzo la fiscal María Inés Domínguez, durante su alegato, pidió un veredicto anticipado y la detención inmediata del acusado en caso de ser hallado culpable del homicidio de Feinmann. Consideró que el empresario “no buscó la situación pero se le presentó la oportunidad y mató a Feinmann porque tenía odio contra esa persona”. El TOC N°5 que juzgó a Berganza le dio la derecha a la fiscal en todo sentido: lo encontró culpable del crimen y lo envió a la cárcel. Una semana después lo condenó a 24 años por el homicidio de Feinmann y el intento de homicidio del taxista que esa noche lo llevó hasta Pilar junto a un amigo, quien se salvó de milagro de los tiros de la Glock .357 que empuñaba el empresario desde adentro de su BMW.
El caso. La noche del crimen, el 20 de noviembre de 2015, el empresario había ido a comer al restorán ‘Fettucine Mario’ con su pareja de entonces y ex de la víctima, María Laura Alayón, la nena de la mujer y su mamá. Feinmann no aceptaba el fin de la relación y, obsesionado, quería separar a su ex de Berganza. Después de una escalada de hostigamiento hacia la pareja, la víctima contrató un taxi y le pidió a un amigo que lo acompañara a Pilar. Esperó a que la cena de Berganza finalizara y lo increpó a la salida del restorán. ‘Bajate cagón hijo de puta’, le gritó y le pateó la puerta. La respuesta a los insultos fueron cinco tiros: tres mataron a Feinmann y otros dos fueron a parar al taxi y no asesinaron al chofer simplemente porque se acurrucó contra la puerta del conductor. En sus últimas palabras antes de la condena, Berganza no mostró arrepentimiento por el crimen que había cometido y sólo dijo que siempre se mantuvo a derecho. Paralelamente, la defensa de Berganza tiene presentado un recurso de revisión de pena y absolución ante la Cámara de Casación Bonaerense, que aún debe resolverse por lo que la pena no está firme.
Fuente: Diario Clarin