La Justicia brasileña lo investiga por la operación Lava Jato que reveló uno de los entramados de corrupción más grandes de ese país.
El expresidente brasileño Michel Temer fue detenido este jueves por la investigación del caso Lava Jato, como es conocida la mayor operación de combate a la corrupción en la historia de Brasil y que destapó un gigantesco escándalo de desvíos de la petrolera estatal Petrobras. La detención de Temer fue ordenada por el juez federal de Río de Janeiro, Marcelo Bretas, que también solicitó el arresto del exministro Wellington Moreira Franco, un importante colaborador del expresidente e integrante del partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB). La Fiscalía llegó a solicitar dos veces ante la Corte Suprema la apertura de juicios por corrupción contra Temer pero el Congreso se negó a autorizar los procedimientos, por lo que todas las causas en su contra dependían de la pérdida del fuero privilegiado con el fin de su mandato. Según trascendió, la detención se basa en la declaración como arrepentido del operador del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) Lucio Funaro, homologada por el Supremo Tribunal Federal (STF) el 5 de septiembre de 2017. Temer fue llevado a un aeropuerto de San Pablo, desde donde será trasladado a Río de Janeiro, según fuentes de la operación. El juez federal de Río Marcelo Bretas dictó la orden contra el exmandatario, que estuvo al frente del país entre 2016 y 2018. Temer, que fue vicepresidente de Dilma Rousseff, asumió tras la destitución de la exmandataria por un juicio político.
El Lava Jato, la operación que destapó el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil, cumplió el domingo pasado cinco años, con más de 150 condenados, muchos de los cuales cumplen pena en sus casas tras cerrar acuerdos con la Justicia. Mientras estaba siendo llevado por policías federales, en San Pablo, Temer atendió una llamada del periodista Kennedy Alencar, de la CBN. «Es una barbaridad», dijo el exmandatario acerca de su detención. La colaboración de Funaro, aprobada por el ministro Edson Fachin, relator del Lava Jato en el STF, tiene 29 anexos que narran detalles de cómo habría funcionado el esquema de corrupción en el Congreso, encabezada por -entre otros- los expresidentes de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso en Curitiba, y Enrique Eduardo Alves, además de los exministros Geddel Vieira Lima (arrestado hace seis meses), Moreira Franco y el exvice gobernador del Distrito Federal Tadeu Filippeli, que fue asesor especial del gabinete de Temer. Según Funaro, el expresidente brasileño habría sido beneficiado por pagos de la empresa Odebrecht; en el contrato de la central nuclear de Angra 3, a unos 100 kilómetros de Río de Janeiro; en esquemas de coimas en el Puerto de Santos, y también por pagos del Grupo J&F, de los hermanos Joesley y Wesley Batista, detalló el diario O Globo. De acuerdo a Funaro, el expresidente también recibía traspasos de coimas de Cunha, que estaba al frente de la recaudación de dinero para abastecer la caja del partido.
Los pagos hechos por Odebrecht fueron citados también en delaciones de ejecutivos. Temer habría pedido al empresario Marcelo Odebrecht contribución a la campaña de 2014 -en la que integraba fórmula con Dilma Rousseff-, en una reunión en el Palacio de Jaburu. Funaro habría entregado documentos que mostrarían la distribución de los 10 millones de reales pagados por la empresa. Los investigadores cruzaron informaciones y documentos proporcionados por Funaro con planillas entregadas a la justicia, apuntados por la fuerza de tarea como responsables de mandar dinero al exterior para políticos y empresarios. En estas planillas aparecen trasferencias para Altair Alves Pinto, apuntado como operador de Cunha. Altair fue apuntado como «el hombre de la valija» que repasaba dinero para Eduardo Cunha y para Temer. Temer es el segundo presidente brasileño en ser detenido por una investigación de corrupción, tras el arresto de Luiz Inacio Lula da Silva en abril del año pasado.
Fuente: Infobae Profesional