En las actuaciones «F., B. I. c/Usos y Costumbres SRL y otros s/Despido» la sociedad demandada apeló la procedencia de la acción y la valoración de la prueba testimonial, entre otros.
La Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo puntualizó que «el mero hecho de que el testigo posea un litigio pendiente al momento de prestar declaración no lo invalida como deponente, sino que en todo caso ello exige un análisis de mayor estrictez -art. 427, CPCCN-«. Ello, toda vez que «la existencia de un litigio no significa por sí solo que sus manifestaciones obedezcan a un estrategia procesal para llegar a un determinado resultado, pues entonces sería muy fácil para una empleadora someter a sus dependientes a identidad de irregularidades con tal de que ninguno de ellos pueda luego atestiguar válidamente porque realizó un reclamo judicial, todo lo cual redundaría en un dislate».
Adicionalmente, los magistrados consideraron que en toda organización de trabajo, «la comunidad conformada por quienes se desempeñaron bajo las órdenes de un mismo empleador es la que está en inmejorable posición para percibir los hechos tal como se desarrollaron, por lo que desestimar sus declaraciones sólo por el hecho del litigio devendría en un estado de indefensión inaceptable».
Sumado a ello, los jueces intervinientes destacaron que no es condición que el testigo trabaje en el mismo lugar que el actor, y en la misma jornada, sino que basta con que «haya coincido en una o más oportunidades como para presenciar un hecho controvertido cuyo conocimiento pueden adquirir por sus propios sentidos».
Así aclararon el pasado 6 de septiembre los Dres. Sudera, y García Vior.
Fuero: Laboral,
Tribunal: Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo,
Voces: acción, valoración, prueba testimonial, estrategia procesal, declaraciones,