Fue a través de una resolución del Ministerio de Educación, donde establece que la enseñanza y las comunicaciones oficiales deben evitar el uso de la @ o de las letras “e” y “x”.
El Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de María Soledad Acuña, emitió una Resolución donde establece que los/as docentes de todos los niveles escolares deberán evitar el uso de lenguaje inclusivo.
El texto de la resolución indica que los/as docentes “deberán desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.
Entre sus fundamentos, la decisión refiere a consideraciones de la Real Academia Española que indica que “El uso de la @ o de las letras «e» y «x» como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español (…)”, así como lo expresado por la Academia Argentina de Letras, que ha recomendado que se preserve la enseñanza-aprendizaje de la lengua en todos los niveles educativos si deseamos que nuestros alumnos escriban con cierta fluidez y corrección y, sobre todo, comprendan lo que lean y escriban y que “…no deben forzarse las estructuras lingüísticas del español para que se conviertan en espejo de una ideología, pues la Gramática española que estudiamos no coarta la libertad de expresarnos o de interpretar lo que expresan los demás”.
Por otra parte, la resolución se basa en un informe elaborado por tres áreas del Ministerio de Educación, que expresan que “Los usos del lenguaje en la enseñanza de la lengua en la educación no son terrenos donde los/as docentes puedan imponer sus preferencias lingüísticas particulares” y que “un adecuado desarrollo del lenguaje, facilita el aprendizaje, siendo éste la base del rendimiento escolar”.
Además, se resalta que el estudio correcto de la gramática y la función lingüística “…permite a los/as estudiantes mejorar el uso de la lengua en aspectos como la ortografía y la fonética, como así también, comprender mejor la estructura de las palabras (morfología) y organizar y combinar correctamente las palabras en la oración, entendiendo que la deformación del uso del lenguaje tiene un impacto negativo en los aprendizajes, máxime considerando las consecuencias de la pandemia”.
Por último, la resolución aprueba una serie de guías para el uso del masculino genérico y el uso del lenguaje no binario tanto en las escuelas como en el “mundo profesional y laboral”.