DOCTRINA – Ética y teletrabajo en el empleo público. La prestación de servicios en forma remota en el marco de la pandemia Covid-19. Autor: Sergio Carullo

1. Introducción

En este trabajo enfocamos la ética del empleado público, en una arista que es la prestación de tareas en forma remota dadas las especiales circunstancias que vive nuestro país a partir del DNU que estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (en adelante ASPO), el 19 de marzo de 2020. Nuestro objeto es analizar la tarea desempeñada por empleados y empleadas públicos nacionales, únicamente los dependientes del Poder Ejecutivo, en el marco de la Pandemia Covid-19. Situación de excepción que ha llevado a diversas áreas a realizar sus tareas en forma remota. Independientemente que dentro del Estado hay distintos modos de gestionar los recursos, cuando hablamos de la modalidad de trabajo, hay un fenómeno que en general no estaba contemplado en el ámbito público: el teletrabajo.

La idea es, en este contexto, trabajar la conexión entre el teletrabajo y la ética. Los empleados y empleadas públicos que dejaron de concurrir a la oficina, quedaron sin sujeción a los controles clásicos y debieron continuar prestando el servicio. Consideramos que hay varias limitaciones, en el marco de una situación no prevista, que son parte del contexto, como el hecho de que muchas prestaciones requieren el contacto con el ciudadano. Otras, aun cuando permiten realización de tareas en forma remota, requieren para un correcto desempeño, conexiones de Internet más robustas para el acceso a redes internas o sistemas propios de cada organismo. Así como también, contemplar que algunas tareas requieren el acceso a documentos que se encuentran en el disco rígido de su computadora por oposición a encontrarse en la “nube”.

Cabe advertir que cuestiones como lo relacionado a las posibles flexibilizaciones en cuanto a licencias, incentivos, al presentismo y otras complejidades que puede traer el teletrabajo, exceden al propósito de esta investigación pero considero que son también parte de la discusión de estos temas y hay que al menos dejarlas planteadas.

¿Qué se ha escrito o hablado desde las instituciones públicas y otras que de algún modo participan y les atañe esta problemática? ¿Qué información disponemos a la fecha de referencia en relación a la prestación de tareas remotas y las características del teletrabajo en nuestro país? Vamos a intentar brindar respuestas a estos interrogantes, así como algunas consideraciones en relación a la ética pública y su  regulación a nivel nacional e internacional. Desde esos elementos y con el propósito de procurar su integración, esbozaremos para finalizar algunas reflexiones.

2. Administración Pública en el ASPO

2.1 ASPO, la actividad pública, dentro de muchas ocupaciones más

Para comenzar, consideramos relevante contemplar un estudio realizado respecto a las posibilidades de teletrabajar que tiene la Administración Pública en el marco del conjunto de actividades durante el ASPO. En esa línea estimamos interesante un estudio de la Universidad Nacional de La Plata, para luego contrastar con la información provista por el gobierno nacional, que refiere que los resultados hallados sugieren que la posibilidad de continuar trabajando desde el hogar a partir del aislamiento se reserva para cierto tipo de ocupaciones que representa el 26% del empleo total1.

El resto de los trabajadores no podrían continuar sus tareas desde una ubicación remota, lo que en el contexto de aislamiento debido a la pandemia del coronavirus, se vuelve un punto fundamental y un canal de afectación relevante. De acuerdo al documento de trabajo de Bonavida Foschiatti y Gasparini, “las ocupaciones no compatibles con el trabajo remoto se caracterizan por un mayor grado de informalidad y cuentapropismo, así como menor nivel educativo, calificación y menor salario. Esto sugiere que el efecto negativo del aislamiento afecta más a los trabajadores con menos recursos y en menos condiciones de afrontar un shock repentino que les impide continuar con su actividad laboral”2.

Es importante destacar que, de acuerdo a este estudio, entre las ramas de actividad con mayor posibilidad de mantener a sus trabajadores activos a través del teletrabajo se encuentran la industria de la información y comunicación, actividades profesionales, científicas y técnicas y actividades financieras y de seguros. De cerca los sigue la enseñanza y la administración pública y la defensa3.

Fuente: Revista
Derecho Laboral
Número
270
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