Un letrado recibió un «tirón de orejas» por la Justicia en lo Contencioso Administrativo por usar un vocabulario provocativo que alteró el normal desarrollo de la mesa de entradas de un Juzgado.
En los autos «C. N. T. c/ Colegio Público de Abogados de la Capital Federal s/ ejercicio de la abogacía», la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal sancionó a un abogado por usar un vocabulario provocativo que alteró el normal desarrollo de la mesa de entradas de un Juzgado. El acusado negó los hechos, planteó la falsedad de la denuncia, alegó la inexistencia de los hechos referenciados en las actuaciones labradas por los agentes del Juzgado nº 2 y señaló que la situación generada en esta causa fue creada para impedir el cobro de sus honorarios. Los miembros del Tribunal resaltaron que «no hay duda de que el derecho de defensa permite que, cada abogado realice las consideraciones que entienda necesarias a los efectos de hacer valer sus derechos”; sin embargo, no puede admitirse un vocabulario fuera de lugar.
«La conducta ética de los abogados corresponde a los pares del profesional, en tanto ellos cumplen los mismos menesteres y por lo tanto, conocen los alcances de su responsabilidad profesional y la compleja serie de comportamientos inspirados en los usos profesionales, en la tradición y en las reglas de costumbres», sostuvieron los magistrados. En esa línea, los camaristas añadieron que el imputado utilizó expresiones que menoscabaron el decoro y la compostura que debía observar como profesional y que, ciertamente, resultaban innecesarias para fundar su defensa ante el juzgado interviniente. Los jueces resolvieron aplicarle al letrado un llamado de atención y expresaron que un profesional del derecho no puede generar situaciones conflictivas en la mesa de entradas de un Juzgado con la excusa de «hacer valer sus derechos», sobre todo si posee las herramientas para ello. Desde ahora, el letrado condenado «deberá utilizar la moderación cada vez que se dirija a los estrados judiciales, guardando un estilo adecuado a la jerarquía profesional, en las actuaciones ante el poder jurisdiccional”.
Fuente: Diario Judicial