Reyes fue encontrado culpable del homicidio del empleado de una financiera que fuera apuñalado, estrangulado y su cadáver oculto en un mueble para sustraerle 70.000 pesos. El hecho ocurrió en 2016.
Se esperaba la condena. El debate permitió establecer con pruebas y testimonio que el imputado fue el autor del robo, posterior crimen y pretendido encubrimiento del cuerpo de la víctima. Tuvieron que pasar casi dos años del hecho para que el asesinato de Nicolás Silva, el empleado de una financiera que fuera apuñalado, estrangulado y su cadáver oculto en un mueble para sustraerle 70.000 pesos, tuviera un culpable, también en lo judicial, al margen de la confesión inicial del autor del homicidio. Pablo Reyes, un ex vigilador privado, fue sentenciado a 22 años de prisión y continuará alojado en el pabellón neuropsiquiátrico de la cárcel de Ezeiza, debido a sus recientes antecedentes de intentos de suicidio. “La fiscal Graciela Gils Carbó había pedido perpetua y la defensa que sea considerado un homicidio simple para que le dieran solo ocho años. Creo que los 22 años de condena no está mal, ya que en el fallo quedó establecido que estará preso por muchos años. Sin dudas, luego de tanta lucha, es un paso importante y ahora esperamos conocer el fallo en su totalidad”, señaló Marcela Neira, madre de Nicolás Silva, quien agradeció el acompañamiento de “amigos, vecinos, compañeros de mi hijo y muchos familiares de víctimas que acompañaran en todas las audiencias del juicio”.
Reyes fue sentenciado por el Tribunal Oral Criminal Nro. 26, que lo encontró penalmente responsable del delito de “homicidio calificado, criminis causae, en concurso ideal, con robo agravada por el uso de arma de fuego”, al término de cuatro jornadas de un debate, en el que los testimonios y pericias resultaron contudentes sobre la culpabilidad del imputado, que luego de fugarse, al ser detenido confesó ser el autor del crimen, además de escribir dos cartas para contar lo sucedido y pedir perdón a su familia. En los alegatos, la Fiscalía había pedido la aplicación de la perpetua y la defensa, la pena mínima para un homicidio simple, pero los magistrados se terminaron inclinando por una condena algo menor, la de 22 años. Cabe recordar que el 4 de octubre de 2016, Nicolás Gonzalo Silva salió de la financiera donde trabajaba en Florida al 200, en la zona del microcentro porteño, para llevar unos 70.000 pesos a un departamento de la calle Venezuela al 1200 en Montserrat, donde debía encontrarse con Reyes (empleado de la empresa de seguridad Gruspa y que brindaba servicios de custodia en el edificio de la agencia Télam). A poco de ingresar, el joven fue atacada con un cuchillo, recibió varias puñaladas, para luego ser estrangulado con una correa de perro, asfixiado con una bolsa y ya muerto, su cuerpo fue embalado y colocado en un mueble, al que sellaron con clavos. Tuvieron que pasar 40 días, en medio de reclamos de sus familiares y amigos que se movilizaron en la zona de Nuñez (frente al estadio de Defensores de Belgrano, club del que era hincha, también simpatizaba con Boca Juniors), para que el cadáver fuera hallado, tras un sospechoso llamado de su esposa, Brenda Rendón, alertando a la Policía sobre olores nauseabundos. Cuando encontraron el cuerpo de Silva, Reyes había escapado.
La causa se radicó en la Fiscalía de Distrito de Saavedra-Nuñez, a cargo de José María Campagnoli, debido a que la víctima tenía domicilio en la zona y fue inmediatamente elevada a juicio, solo con el confeso asesino como acusado, sin establecerse las supuestas complicidades con gente de su entorno, tal el caso de su pareja, su padre y otras personas que habrían colaborado en la trama de encubrimiento.
Fuente: Diario Popular