La Justicia de Reconquista, al norte de Santa Fe, condenó a 16 años de prisión al sacerdote Néstor Fabián Monzón, por abuso sexual gravemente ultrajante contra un niño y una niña de 3 años, en 2015. Así lo resolvió el tribunal conformado por Claudia Bressan, Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero, por unanimidad, quienes dictaron la pena solicitada por los querellantes, en la etapa de alegatos. La sentencia tiene como agravante la pertenencia del acusado a un culto religioso. En una nueva audiencia se revisará el pedido de prisión preventiva hasta que la resolución quede firme.
«¡Vamos!», se escuchó dentro de la sala cuando fue leída la pena asignada al acusado. La emoción y el llanto de los familiares alcanzó a muchas de las personas y organizaciones que acompañaron a las familias durante estos años y sobre todo en los días del juicio que comenzó el 5 de diciembre pasado. Ayer, también replicaron en la calle la performance del colectivo feminista chileno Las Tesis, en el que repitieron: «Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía: el violador eres tú». También se escuchó el «sí señores, prohíben el aborto, los curas abusadores de menores». Andrea, la madre de la nena agradeció a quienes creyeron en «les niñes». Desde la organización Savia, Andrea Adobato aseguró que cuando escucharon la condena hubo «un estallido» en la calle. Mariana Meza, de Mumalá Reconquista, dijo que «la sociedad entendió que les niñes no mienten y que quienes cometen este delito deben ser condenados. Fue un día histórico».
La investigación se inició con el relato de la niña, cuando dejó de jugar para acercarse a su mamá y contarle lo que había sucedido. Cuando inició el debate, el fiscal Alejandro Rodríguez detalló que los hechos fueron cometidos entre el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre de 2015, en una casa perteneciente a la diócesis de Reconquista –en la que vivía el acusado– ubicada dentro del predio de la parroquia María Madre de Dios. Los agravantes que se imputaron tienen que ver con su condición de ministro de un culto religioso y por el daño en la salud de una de las víctimas; sin embargo, para probar este último hubo «complicaciones en la toma de exámenes médicos y se buscó evitar una revictimización».
El caso conmocionó a la provincia de Santa Fe, entre 2015 y 2016, cuando se conocieron las acusaciones contra el sacerdote de 51 años, quien estuvo 60 días en prisión preventiva pero luego fue puesto en libertad con restricciones y en esas condiciones llegó a juicio. Frente a ello, el tribunal dispuso ayer que se fije una nueva audiencia para evaluar el pedido de la parte acusadora de que espere en prisión preventiva la firmeza del fallo.
La abogada querellante Luciana González, que representa a los padres del niño -primo de la nena-, dijo a este diario que se trató de «una condena ejemplar, que trae paz». En ese sentido, destacó varias particularidades del debate oral y público y del proceso en general. «Es para destacar la actitud que asumió la Iglesia incluso antes del decreto del Papa de levantar el secreto de las causas de abuso. Cuando tuvieron que declarar desde el Arzobispado y el sacerdote instructor del sumario todavía no se había sancionado esto y fue atípico». En el expediente canónico «hubo cuatro votos que dieron por probados los abusos y ahora la Congregación para la Doctrina de la Fe deberá resolver», señaló. Por la tarde, en un comunicado, el Obispado de Reconquista dio a conocer que «ha llegado la decisión desde Roma, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, pero habiendo sido citado Monzón para ser notificado, el 14 de diciembre pasado, alegó motivos de salud, presentando certificación médica, por lo que se lo volvió a citar. Luego de notificado, se dará a publicidad dicho acto y decisión de la Santa Sede», expresaron.
La letrada también subrayó que «las organizaciones feministas, de derechos humanos y contra los abusos eclesiásticos, entre otros grupos, llegaron con la única consigna de búsqueda de la verdad y aplaudieron a sacerdotes que se hicieron presentes para declarar en este juicio».
Sobre la condena, la abogada planteó que fue «ejemplar» y recordó que la Fiscalía pidió 12 años de prisión para el acusado: «Nosotros siempre dijimos que se habían quedado cortos con lo que solicitaban».
El fiscal Alejandro Rodríguez manifestó su conformidad y destacó que haya sido una decisión unánime. En tanto, dijo que esperará los fundamentos del fallo para sobre la absolución en el agravante de «daño en la salud» de una de las víctimas.
Fuente: Página 12